El tiempo requerido para el cultivo de las muestras y su valoración mantiene abierto el compás de espera en torno a las causas del brote diarreico que afectó al equipo de Granma participante en la LIV Serie Nacional de Béisbol.

El doctor Francisco Montesinos, jefe médico de la federación cubana de la disciplina, explicó que una vez concluidos los estudios el Instituto de Medicina del Deporte emitirá un comunicado al respecto.

Sin embargo, el galeno destacó desde ya que los exámenes preliminares descartaron presencia de cólera entre los afectados.

Aseveró que se cursaron instrucciones a los médicos de cada uno de los elencos para que asuman mayor protagonismo con el fin de evitar situaciones similares.

Agregó que las condiciones de Cuba, un país tropical, favorecen eventos como el de referencia, así como afecciones respiratorias, eficazmente enfrentadas en las filas de Pinar del Río y Santiago de Cuba.

El de los Alazanes resultó el cuadro más complejo, pues 14 de ellos fueron hospitalizados después de la subserie con Villa Clara.

Recordó que todos recibieron atención en el hospital provincial de Sancti Spíritus, y solo Yasiel Jiménez y Carlos Benítez requirieron de un internamiento más prolongado hasta descartar las sospechas de cólera resultantes de un primer test.

Esa alta médica, aseguró, fue prerrogativa de la dirección de Higiene y Epidemiología del territorio tras análisis en que intervino la máxima jerarquía de la especialidad del país.

Montesinos abundó que todos los integrantes de la escuadra oriental fueron tratados con doxiciclina, medicamento preventivo contra el cólera.

Respecto a las indicaciones circuladas destacó que enfatizan en la directa responsabilidad de las sedes en cuanto a los alojamientos y la evaluación de los equipos que reciben, y puntualizó que los médicos tienen la orientación de procurar que los atletas no ingieran alimentos durante los traslados.

Sentenció que el propósito es que se limiten a lo previsto en los hoteles, incluidas las meriendas y el agua, toda embotellada, y dio a conocer que quedó prohibido que los enfermos viajen con sus selecciones.

Por su parte, Higinio Vélez, presidente de la federación cubana, esclareció que todo lo acontecido tras el alta a los atletas, incluida la decisión de jugar en Pinar del Río, se colegió con el mentor Carlos Martí.

Reafirmó que no se dio ningún paso antes de llegar a consenso con la dirección del equipo.

Confirmó que para todo directivo lo principal es el jugador, y por ello prevaleció el criterio de no tomar decisiones inconsultas, máxime cuando no se estaba en el lugar de los hechos.

Entretanto los alazanes han tenido envidiable repunte que los ubica ahora entre los vanguardistas de la tabla de poiciones, e incluso optan por organizar el Juego de las Estrellas en su estadio Mártires de Barbados.