Padre Lapsley: Gerardo es un gigante

En un encuentro en la sede del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) con una representación de los familiares de Los Cinco, como son conocidos a nivel mundial, Lapsley ratificó su solidaridad con esta causa.

En el diálogo estuvieron presentes los ya liberados René Gonzalez y Fernando González, este último vicepresidente del ICAP.

Lapsley, al referirse a Gerardo Hernández, sobre quien pesa el mayor castigo, lo calificó de gigante, al tiempo que admiró su condición de hombre sacrificado.

Hernández cumple una severa sanción injustamente, dijo Lapsley, quien manifestó preocupación por el lugar donde se encuentra recluido, ocupado por reos de alta peligrosidad.

Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, quienes forman parte del grupo de los Cinco, cumplen prolongada e injusta prisión por delitos que no cometieron y que nunca fueron probados, según han eenunciado destacados juristas internacionales.

Diversas fuentes, autoridades de diverso ámbitos e instituciones consideran que su encarcelamiento constituye una violación a sus drechos humanos.

Los preceptos de la Constitución norteamericana referidos a un juicio justo e imparcial fueron quebrantados de forma flagrante en este caso.

Las severas condiciones de encarcelamiento se caracterizan por la continúas dificultades y obstáculos impuestos por las autoridades estadounidenses a las visitas familiares, a las de sus abogados y los accesos consulares.

Su encarcelamiento tiene un alto costo humano para ellos y sus familiares, pues no han visto crecer a sus hijos, han perdido a madres, padres, hermanos y enfrentan problemas de salud.

También consideran que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, es la persona que puede poner fin a esta injusticia.

Los Cinco viajaron a Estados Unidos para monitorear e impedir las acciones de grupos terroristas anticubanos que actúan contra el país caribeño desde Florida.

No se trata de un caso de espionaje, la Fiscalía nunca los acusó por este delito.

Fueron encarcelados hace casi 16 años, después de un juicio injusto, que tuvo lugar en un clima adverso y en el que se cometieron graves arbitrariedades y violaciones de sus derechos.

A René González tras cumplir íntegramente su condena de 13 años le fue impedido regresar a Cuba, solo después de renunciar a su ciudadanía estadounidense le fue permitido permanecer en la isla antillana.

Fernando regresó a la patria luego de cumplir íntegramente su condena y pasar por un proceso de deportación por ser ciudadano extranjero en ese país.

Fernando y René trabajan actualmente en la batalla por la definitiva liberación de sus compañeros aún presos en Estados Unidos.