El nicaragüense Ricardo A. Cabrera, de 26 años de edad y Licenciado en Electromedicina de la Universidad de Ciencias Médicas de la ciudad matancera, reprochó esta maniobra organizada y financiada por el gobierno de Estados Unidos y que involucró a jóvenes del continente, reclutados para subvertir el orden interno en Cuba.

En diálogo con la AIN expresó que los jóvenes latinoamericanos deben defender la solidaridad entre los pueblos y no implicarse en maniobras que utilizan constantemente para socavar la unidad entre las naciones.

Cuba trasmite ejemplos de solidaridad, hermandad y espíritu de lucha, por tanto constituye una aberración pagar a otros para subvertir esos valores, nunca me prestaría para algo tan indecoroso, consideró el recién graduado, que regresará a su país con herramientas académico-prácticas para promulgar humanismo.

Vivianna Naranjo, doctora ecuatoriana residente en Medicina General Integral (MGI), comentó que hace casi ocho años estudia en la Isla y agradece su formación como profesional y ser humano.

La galena labora en el consultorio número uno del barrio de La Marina, en las márgenes del río Yumurí, uno de los Consejos Populares menos favorecidos socialmente de esta occidental urbe ubicada a unos 100 kilómetros al este de La Habana.

Actuar con profesionalidad y paciencia resulta imprescindible para llegar a la gente de esta comunidad y brindar mejor atención, aseguró Vivianna, quien se mostró satisfecha ante la experiencia lejos de su tierra natal, a la cual ansía regresar para apoyar en el naciente programa de atención primaria de salud.

Para Evelyn Cevallos, también residente ecuatoriana de MGI, resultó una sorpresa conocer, a través de los medios de comunicación, que fueran jóvenes de naciones latinoamericanas los implicados en el proyecto subversivo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

La muchacha de 25 años de edad consideró que a pesar de los programas que organizan y financian en contra de Cuba, el sistema social demuestra su validez en los miles de jóvenes que estudian medicina para retornar a sus países y tener impactos positivos en las comunidades de desposeídos.

Una investigación de la Agencia AP reveló recientemente que el gobierno de Barack Obama utilizó a jóvenes latinoamericanos como agentes encubiertos para identificar a personas, especialmente del sector juvenil, que utilizarían en promover cambios políticos en Cuba, otro de los tantos proyectos de subversión en contra de la nación caribeña que fue frustrado.