La OMS pide la creación de un corredor humanitario en Gaza
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El conflicto y los bombardeos han dañado varios centros hospitalarios e impiden a los heridos acceder a los puntos de atención sanitaria, así como al personal médico llegar hasta las personas que necesitan ayuda, que cada vez son más.
Desde que empezó la operación 'Margen Protector, el pasado 8 de julio, los ataques han causado daños en cuatro hospitales, doce clínicas, diez ambulancias, un centro para discapacitados y dos plantas desalinizadoras. El hospital Al Aqsa, que más pacientes atiende en Gaza, ha sido uno de los últimos objetivos, y ha dejado varios muertos y heridos, además de daños en la sala de cirugía, la unidad de cuidados intensivos y la equipo de reanimación.
La población gazací también ha visto reducido a la mitad el suministro de electricidad básico, que pone en peligro la distribución de agua y los tratamientos de aguas residuales, con el consiguiente riesgo para la salud pública.
Además de los daños en las instalaciones, los combates tampoco permiten al personal médico y de asistencia realizar sus tareas con normalidad. Las condiciones de trabajo son inseguras y con frecuencia las ambulancias tienen que pasar junto al fuego y las balas, según la OMS.
Los heridos tienen múltiples dificultades para llegar a los centros de salud y el sistema sanitario se está colapsando. Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), más de 100.000 desplazados están refugiados en los centros de la UNRWA y se estima que unos 50.000 desplazados requieren asistencia inmediata.
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