¿Corren los árbitros como los jugadores? Sí y mucho, 10 kilómetros por partido

¿Quién ha dicho que los árbitros no pueden convertirse en las estrellas del Mundial? ¿No ha demostrado ya Nishimura que puede ser tan trascendental en el Mundial como Neymar? ¿Acaso no ha sido él portada de la mayoría de los diarios deportivos del mundo? Pues sí, los árbitros tienen mucho que decir en el Mundial y también corren mucho. La media de los jugadores está entre 8 y 10 kilómetros por partido, pero obviamente su esfuerzo es mayor porque tienen que hacer esfuerzos explosivos.

El inicio de la Copa del Mundo en Brasil y la actuación inenarrable del japonés Nishimura en el partido inaugural han vuelto a poner en el foco de la actualidad a los árbitros.

Los colegiados además de tener que tomar decisiones difíciles, a menudo impopulares, son atletas encubiertos, que deben correr cerca de 10 kilómetros en cada encuentro, con el objetivo de mantenerse constantemente cerca del desarrollo del juego.

Durante los 90 minutos (excluyendo los partidos sin prórroga), un árbitro debe permanecer a menos de 20 metros del balón en todo momento, y lograrlo cuando sobre el terreno de juego se hallan los mejores jugadores de fútbol del mundo no es tarea sencilla.

"Cuanto más cerca estamos de la pelota, más credibilidad tienen nuestras decisiones", declara a Runners World Mark Greiger, de 39 años, y primer colegiado estadounidense en arbitrar en un partido de la Copa del Mundo desde 2002.

Los árbitros también tienen que entrenar duramente. La Professional Referee Organization (PRO) exige un alto nivel a sus asociados, manteniendo un acuerdo con entrenadores que ejercitan a los colegiados con entrenamientos de resistencia y alta intensidad.

A estos profesionales del silbato no solo les miran con lupa los aficionados. Sus entrenadores analizan sus "niveles de fuerza, niveles de explosividad, y niveles aeróbicos", según recoge el extenso reportaje sobre el colectivo publicado por Runners World.

Mucho antes de que un árbitro llegue a pisar el terreno de juego en una Copa del Mundo, cada colegiado debe completar un examen de aptitud requerido por la FIFA.