El Madrid gana la décima

El Real Madrid levantó la Décima Copa de Europa tras ganar 4-1 al Atlético en la prórroga de la final de la Champions. Al equipo de Simeone, que se adelantó con tanto de Godín, se le aparecieron todos los fantasmas, de Shwarzenbeck a la leyenda de El Pupas, cuando un tanto de Sergio Ramos envió el partido decisivo a la prórroga cuando ya acariciaba la Copa. Allí, el equipo colchonero se desfondó, con un Juanfran que apenas sí podía correr, pagando el tributo de la sorprendente decisión de su técnico: El Cholo contó de inicio con el lesionado Diego Costa, que aguantó menos de nueve minutos sobre el campo, fue sustituido por Adrián y dejó sin un cambio a sus asfixiados compañeros cuando llegaron los minutos decisivos. Huérfano de sustituciones, y sin energías, los jugadores del Atlético se inclinaron en el tiempo extra frente a los de Madrid, que devoraron el tiempo añadido con la voracidad del ahogado que se ha salvado por un pelo.

Ramos celebra el gol del empate.

De primeras, el Atlético no sufrió la ausencia de su astro. Igual que ocurrió en la final liguera del Camp Nou, el equipo creció desde el corazón del grupo. El partido tuvo una intensidad máxima, como corresponde a una final. Se luchó por cada metro, por cada brizna de césped. Fue un duelo para futbolistas de pierna fuerte, revolucionado en las pulsaciones, vibrante en el esfuerzo y en el comienzo con pocas jugadas en las áreas. Bale tuvo la primera cuando interceptó un mal pase de Tiago y se lanzó a por Courtois como un rayo, directo, imparable, supersónico: su balón se marchó por un suspiro, lamiendo el poste. Al poco fue Godín quien aprovechó una mala salida de Casillas para elevarse por encima de Khedira y adelantar al Atlético. El uruguayo, que ya selló el título de Liga con un cabezazo en la final del Camp Nou, volvió a dejar huella en un partido de la máxima exigencia.

También dejó pistas Di María, que provocó dos amarillas y fue el mejor agitador del Madrid, con Khedira como sorpresa en la alineación y Varane como sustituto de Pepe. Al Madrid le costaba un mundo arañar la coraza del Atlético, genial en las coberturas, coordinado como un acordeón, perfecto en los repliegues. Para superar esa muralla, Ancelotti optó porque entraran Isco, Morata y Marcelo. El Madrid buscaba las bandas. El Madrid buscaba los portentosos saltos de Cristiano. El Madrid se fue un poco más al ataque y empezó a descubrir sus espaldas, de tanto estirar la manta.

El Atlético no renunció al ataque. No pensó en guardar la renta, en proteger el tesoro, sino que quiso aumentarla, que creciera la diferencia. Los de Simeone quisieron ganar a lo grande, mandando y ordenando, pisando el campo del rival capitalino, asustando para no pasar miedo. Casi una hora tuvo el Madrid para lograr el empate, y esos 60 minutos se le hicieron larguísimos a los de Ancelotti, no a sus rivales, porque los blancos, con una de las mejores plantillas del mundo, no veían ni el cómo ni el cuándo. A fuerza de empujar, los blancos se empezaron a plantar en el área, donde probó Bale, como lo intentó Di María. No vieron puerta hasta que Sergio Ramos se elevó para rematar un pase de Modric. Y llegó la prórroga. Y el Atlético llegó con uno menos, un Juanfran que no estaba para nada, con Simeone protestando en el césped y Marcelo ejerciendo de puñal, abriendo heridas en la banda.

Casillas, que había fallado en el gol del Atlético, acabó levantando la Copa, tras darle un beso a Ramos por evitar en el último suspiro la derrota. Los de Simeone tuvieron el título en las manos. Cuando se quedó sin energía, no pudo reaccionar. El Madrid levantó la Décima, largamente perseguida. Un título sufrido, rescatado en el último instante, y en el que el fantasma de Shwarzenbeck sobrevoló los sueños atléticos.

MADRID, 4-ATLÉTICO, 1

Real Madrid: Casillas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Coentrão (Marcelo, m 59); Modric, Khedira (Isco, m. 59), Di María; Bale, Benzema (Morata, m. 79) y Cristiano Ronaldo. No utilizados: Diego López; Arbeloa, Pepe e Illarramendi.

Atlético: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis (Alderweireld, m. 83); Gabi, Tiago; Raúl García (Sosa, m. 65), Villa, Koke; y Diego Costa (Adrián, m. 9). No utilizados: Aranzubia; Cebolla Rodríguez, Mario Suárez y Diego.

Goles: 0-1. M. 36. Godín. 1-1. M. 93. Sergio Ramos. 2-1. M. 110. Bale. 3-1. M. 122. Marcelo. 4-1. M. 120. Cristiano, de penalti.

Árbitro: Bjorn Kuipers (Holanda). Amonestó a Raúl García, Ramos, Khedira, Miranda, Villa, Juanfran, Koke, Carvajal, Gabi y Varane.

65.000 espectadores en el Estadio Da Luz.