La vanguardia… ¡a la televisión!

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La vanguardia… ¡a la televisión!
Fecha de publicación: 
30 Abril 2014
25
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 Los principales directivos del Instituto Cubano de Radio y Televisión parecen tenerlo claro: hace falta que los mejores creadores del país vayan a trabajar a la televisión nacional. Pero lo cierto es que no muchos han acudido…

Danilo Sirio, presidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) ofreció declaraciones al programa Hurón Azul durante el reciente congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba: las puertas de la Televisión Cubana (TVC) están abiertas para los mejores creadores, para la vanguardia artística del país.

Otros altos directivos de la institución se han pronunciado en ese mismo sentido en varios escenarios. La dirección del ICRT parece tener claro que una televisión de excelencia necesita también de creadores de excelencia.

La televisión sigue siendo el principal medio de entretenimiento en Cuba, pero lo cierto es que en los últimos años ha sufrido el impacto de varios fenómenos: uno de ellos, el famoso paquete (compendio de series, programas y películas procedentes de productoras extranjeras) que avispados comerciantes ofrecen puerta por puerta, le resta cada día más espectadores a la señal nacional.

Algunos son tremebundos, piensan que pronto que la TVC se quedará sin televidentes. No parece probable, por varias razones: la primera es que no todo el mundo tiene acceso a esas propuestas mercantiles (por falta de recursos para adquirir el paquete o por falta de medios de reproducción); la segunda, y la más importante, es que en todas partes la gente necesita estar conectada a su realidad más inmediata: ese es el talón de Aquiles de esos compendios (en los que coexisten propuestas de alto valor estético con mucha basura pirotécnica de televisoras miamenses): no pueden ofrecer una visión convincente del entorno.

La lucha entre el paquete y la televisión nacional, no obstante, está planteada. Está claro que prohibir no es el camino. Primero porque resulta imposible, teniendo en cuenta las nuevas reglas del juego: la gente siempre se las va a arreglar para ver lo que quiera, cuando quiera. Y segundo, porque políticas restrictivas pueden lanzar el sofá por la ventana: cerrar la puerta a lo que viene de afuera es contraproducente.

La estrategia nacional debe ser ofrecer una alternativa fuerte al torrente de información y de propuestas que entra de mil maneras y se divulga memorias flash mediante en una dinámica creciente.

No hay otro camino: la televisión tiene que ser mejor.

Pero partamos de una verdad que no siempre aceptamos: nuestra televisión, desde el punto de vista de variedad y pertinencia de contenidos, ya es una de las mejores del mundo. Pocas televisoras públicas ofrecen un espectro tan multicolor de propuestas. La cosa no está en lo que se propone, sino más bien en cómo se propone.

En pleno siglo XXI la TVC está a la zaga en el sentido espectacular. Hay que decirlo: en años de visualidad abrumadora hay que competir desde la contundencia visual. Y tampoco hay que rechazar de plano todas las experiencias de una televisión con intereses capitalistas que ha estudiado muy bien los públicos y sus necesidades (hasta el punto de que ha terminado por crear nuevas “necesidades” y nuevos públicos).

La ecuación parece diáfana: cuando los mejores artistas hagan la televisión, la televisión mejorará. No es tan fácil. De hecho, buena parte de los técnicos y artistas que trabajan en el ICRT integran la Uneac, que se propone ser la vanguardia de la creación en Cuba. Y muchos de esos creadores son portadores de exigencias que en buena medida corresponden con las del público mayoritario.

El principal problema todavía está en la insuficiente actualización de los mecanismos de realización y producción. La TVC está llamada a modernizarse, pero no solo en su “apariencia” sino también en sus bases.

Las actuales estructuras (que con los años parecen anquilosadas) dejan demasiado espacio al conformismo, a la mediocridad como norma, a la falta de iniciativas.

Hace falta más rigor, de acuerdo; pero también hace falta más (y mejor) materia prima. Se puede ser muy riguroso, pero si se cuenta solo con productos de desconcertante medianía, si no se cuenta con propuestas más contundentes, no bastará con el rigor.

Hay que atraer a gente inteligente y capaz, para que acompañen a los inteligentes y capaces que ya están dentro de la institución. Y que por el imperio de la calidad, los mediocres vayan dejando paso.

Lamentablemente, este proceso necesitará tiempo; lo bueno sería poder aplicarlo en un dos por tres. Pero la TVC es un ámbito demasiado complejo y demasiado grande. Los cambios necesariamente serán paulatinos.

Hay una realidad del tamaño de un templo: mientras que un realizador cubano gane más por hacer un video clip que por realizar una telenovela será difícil que los buenos hagan telenovelas. De hecho, los buenos que hacen telenovelas (que por supuesto que los hay) las hacen más por compromiso con su arte y por satisfacción personal que por incentivos monetarios.

Mientras que un buen realizador gane lo mismo que un realizador regular o un realizador francamente malo (el tan llevado y traído igualitarismo que todavía sufrimos) no habrá manera convincente de estimular a los buenos realizadores.

La vanguardia tiene que ir a la televisión, pero no basta con que las puertas estén abiertas. Hay que crear condiciones para recibir a la vanguardia. Es más, hay que lograr condiciones para que la vanguardia que ya está en el seno de la institución pueda manifestarse, sin caer en círculo vicioso del conformismo y la apatía.

Es necesario también hacerle más caso a la gente que consume televisión. La lógica, más que ofrecer lo que se supone que esa gente precise, es ofrecer lo que esa gente de verdad necesita, pero con un compromiso decidido por la calidad de la propuesta. Pero ese podría ser tema de otro comentario.

Comentarios

me quedo con los paquetes semanales porque la television sabemos a que responde y como eso no cambiara ella tampoco.asi que ME QUEDO CON LOS PAQUETES.MI BASEBALL SIN CENSURAS,MI FUTBOL ITALIANO Y MI CINE PORNO,QUE EN EFECTO ES MUY SEGUIDO POR MUUUCHAS PERSONAS
el programa de julio acanda lleva mas de diez anos al aire y ya le han cambiado el nombre como 5 veces y sigue siendo la misma m.... los mismos artistas de siempre etc, etc.
Menos mal que reconocen que el paquete usb está mejor que la tvc y que hasta el momenti no hay intenciones de prohibirlo pues esa es la salvacion de todos los que no tenemos dinero para ir a tropicana, al gato tuerto o a la casa de la musica de Miramar.
Vallllllllllllaaaaaaaaaaaa al fin nos vamos a ahorrar com dicen por ahi los 10pesos de llenar la memoria para poder ver algo interesante, dinánimo y entretenido,que bueno que saliera esto en el congreso,debieran remotomar programas como Patenado la Lata, Jura decir la Verdad,Cantandole al Sol, que motiven a los realizadores que tengan cosas buenas para premiar como bicicletas, mochilas, no solo libros, pero bueno empesemos por algo y de ali mejoresmos...Saludos esa es mi humilde opinión
estoy de acuerdo con los programas de entretenimiento como lo es la neurona intranquila, vale la pena y los discovery de multivision, pero nunca podre estar de acuerdo con los programas:entre amigos, a puro corazon, etc, que tiene hoy la tv cubana, por no mencionar los conductores de los mismos, ni los invitados que de veras que no nos interesa para nada su participacion, ojala mejoremos porque ideas sobran.

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