Bob: Senador forajido

Según explicó este miércoles en Miami Diario Las Américas, ello acontece por su directa o indirecta relación con escándalos políticos o económicos.

Son tantos, que se impone un resumen para tener una idea aproximada sobre lo hecho por el senador de Nueva Jersey.

En enero, el Departamento de Justicia  lo investigaba por su papel en la concesión de asilo a los hermanos Isaías, dos  ecuatorianos sentenciados por malversar millones de dólares.

Esos ex banqueros, refugiados en Miami, al no ser habitantes permanentes, tienen prohibido hacer donaciones financieras de tipo electoral.

Sin embargo, trascendió que familiares de los prófugos habrían entregado a Bob unos 10.000 dólares y la misma cantidad a su partido.

Hace apenas una semana, Medicare, el programa oficial de salud para ancianos e incapacitados, reveló que un oftalmólogo del sur de la Florida, Salomón Melgen, les ha cobrado  más de 20 millones de dólares por sus servicios.

Pero, ¿quién es el doctor Melgen? Un íntimo amigo y generoso contribuyente de las campañas electorales de Bob Menéndez que tiene su clínica en ese territorio.

No solo ha brillado como eficiente profesional de la salud privada, también como un notable perseguido del FBI.

De ahí que el 29 de enero de 2013, junto al Departamento de Salud, con sede en Washington,  llevaron a cabo una redada en sus oficinas de Palm Beach.

¿Qué buscaban? Archivos y documentos que les facilitaran evidencias sobre sus malversaciones al Medicare.

Pero no era todo. The New York Times acaba de informar que, en los años 2007-2008, Melgen tuvo que reintegrar nueve millones de dólares al Medicare por concepto de cuentas falsas.

Diario Las Américas comentó este fin de semana en Miami que, al parecer, la amistad entre Bob y Melgen “está a salvo de cualquier escándalo”.

También lo corrobora, dice el periódico, que en 2013 el primero fue investigado por el FBI debido a vuelos que hizo tres años antes a República Dominicana en el jet privado del oftalmólogo.

Como agravante, el senador no declaró ese “regalo”, tal como exigen teóricamente las reglas de su mundo legislativo.

Por esto, Bob se vio atrapado y, en aras de salir de nuevo a flote, pagó 58 500 dólares por los gastos de ambos desplazamientos.

Además lo acusaron de haber tenido sexo en República Dominicana con prostitutas menores de edad.

Tal hecho, corroboraron dos de ellas, se efectuó en una residencia campestre de Salomón Melgen, testimonio que después hicieron trizas.

Aunque lo dicho parecía suficiente para manchar la figura del senador, con anterioridad hubo mucho más.

Terminaba el año 2012 cuando le descubrieron que tenía como asistente a un inmigrante ilegal, violador de mujeres, el peruano Luis Abraham Sánchez, de 18 años de edad.

Incluso funcionarios de Control de Aduanas alertaron al Departamento de Seguridad Nacional, pero determinaron no  apresarlo hasta después de los comicios del seis de noviembre, donde Bob fue reelecto.

Antes, sus hombres borraron las versiones referidas a sus relaciones con prostitutas en República Dominicana.

Dos de esas jóvenes declararon a la publicación digital Daily Caller que el legislador les pagó a cambio de sexo en una residencia campestre de su amigo Salomón Melgen.

Pero como se reveló, un poco después brutales presiones de origen conocido lograron doblegar a las muchachas y estas modificaron sus palabras.

El 17 de mayo de 2011, este mismo senador sostuvo un encuentro con el terrorista Luís Posada Carriles en el restaurante “El Faro”, junto al río Hudson, de Nueva York.

¿Motivo? Celebrar con otros afines a Posada un reciente indulto que le habían concedido  las autoridades norteamericanas.

Bob es jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, e implacable crítico de la “falta de democracia en Cuba”.