Periodismo deportivo: ¿profesión azul?
especiales
Es uno de los pocos profesionales que trabajan en un escenario de fuego cruzado, de plaza sitiada, de extrema paranoia. Quizás lo más complicado sea complacer las exigencias de todo el público cuando de béisbol se trata.
Hace apenas unas horas los comentarios sonaron en esta redacción: «… no solo el arbitraje, sino hasta la prensa está del lado azul. Hasta cuando seguirá el fanatismo de ustedes...». La sencilla frase acusaba con evidencias tangibles una realidad que este lunes se extendió a más de un medio de prensa nacional. Apenas comenzaba la tarde cuando el fuera de combate que le propinó Villa Clara a Industriales el pasado domingo, permanecía ajeno al entorno periodístico de la web cubana. ¿Suceso casual? ¿Complot mediático?
Cuando un reportero informa sobre un acontecimiento deportivo, corre el riesgo de ganarse el desprecio de una parte del público. Con razón, cada parcial mira la realidad desde su entorno, desde su preferencia. Si se es naranja, resulta lógico buscar en la prensa fantasmas que no siempre existen cuando demora la nota sobre una sonada victoria ante un rival histórico. Si se es azul, se sufren los comentarios relacionados con la pobre ofensiva y el pésimo rumbo que sostiene el equipo en esta fase del certamen nacional.
Cada palabra del reportero o el comentarista deportivo puede constituir una amenaza latente para los ánimos del espectador. Si el periodista dijo «abultada pizarra», rápido el fanático del equipo perdedor le recrimina aunque haya perdido por diferencia de 24 carreras. Y si no lo escribió así, entonces el aficionado de la selección ganadora puede resultar insultado. Incluso hay quienes sustentan sus acusaciones en análisis discursivos, en ocasiones inservibles por ignorar uno de los factores más importantes: el contexto.
En el caso de Industriales la polémica puede crecer a un ritmo vertiginoso. Recuerdo que un periodista con cierta experiencia en el deporte de las bolas y los strikes, planteaba su disposición a ignorar «el tema azul» en la mayoría de sus informaciones periodísticas. Seguramente no pocos capitalinos criticaron su actitud ¿Y a cuántos agradó?
La maldición de los leones halla sustento en un fenómeno presente en pocos equipos nacionales: tiene tantos seguidores como detractores, alrededor de la isla y aun en el extranjero. Quizás sea el de mayor número de fanáticos a favor y en contra.
Unos definen su odio en la actitud altanera de los industrialistas dentro y fuera del diamante, otros ni siquiera saben por qué les desagradan los leones azules. Incluso conozco quienes tienen favoritismo por más de una novena: aquella que juegue contra Industriales. En cualquier caso, todas son posturas válidas que no merecen crítica alguna.
Por otra parte, figuran aspectos como la tradición histórica y el palmarés del equipo azul en las series nacionales. La influencia de estas cuestiones resulta nítida en la selección de las subseries a transmitir por la televisión nacional, en la exposición de ideas por parte de los comentaristas. Y es cierto que en ocasiones llegan a revelar cierta preferencia mediática por la escuadra capitalina.
El suceso de este lunes no tiene justificación alguna. Sin embargo, ¿cree Usted que constituya una evidencia del fanatismo periodístico por el equipo azul? Muchos me tildarán de industrialista por esta opinión. Quizás lo hicieron desde la primera línea y no llegaron al final de este trabajo. Ese es el precio de vivir y laborar entre dos fuegos completamente cruzados.
- Añadir nuevo comentario
- 2274 lecturas
Comentarios
Calderon
Bishop
lisa
100%tunero
alexander
Páginas
Añadir nuevo comentario