Parapanamericanos: la otra Fiesta

Desgraciadamente los Juegos Parapanamericanos de Guadalajara-2011 han tenido bastante poca cobertura periodística entre nosotros, a diferencia de lo que hemos vivido en otras ocasiones con eventos de este tipo o su versión olímpica.

Por supuesto, nadie aspira a que vaya la misma cantidad de periodistas que asistieron a los Panamericanos, pero este año especialmente fue bastante floja la participación de la prensa cubana en esa cita, apenas un enviado de prensa escrita con un fotógrafo, y se extraña.

Sabido es que en un certamen como ese no son las rutilantes estrellas del músculo quienes actuarán, pero la emotividad sobra, y sobre todo el empeño de todos los involucrados, especialmente los deportistas, por llegar a la meta en primer lugar, y si es posible subirse al estrado de premiaciones.

Claro, porque lo que uno menos mira es el medallero, en definitiva las preseas allí se conquistan en ese músculo travieso e inquieto que todos llevamos a la izquierda del pecho, y jamás de borran o se destiñen, como algunos bronces de los ganados semanas atrás en esos mismos escenarios.

La competencia de la vida es más importante que una carrera de 12 segundos, un lanzamiento de 30 metros, una alzada de 80 kilogramos o una proyección espectacular.

Se ven desde figuras consagradas como nuestra multicampeona y multirecordista mundial y olímpica Yunidis Castillo hasta otras que vienen abriéndose paso y roban los corazones de todos con las historias de sus vidas y su tesón, aunque finalicen lejos del podio, como le sucedió al ciclista Damián López, afectado por una caída a causa de la desorientación.

Crónicas como esas son las que sobran por estos días en la Perla Tapatía, y para nuestra mala fortuna la mayoría de ellas no las conoceremos: es físicamente imposible para un solo enviado especial, más aún con la lejanía de las instalaciones en esa ciudad.

Ojalá al menos a su regreso podamos ahondar en los sucesos detrás de las medallas o en los intentos por alcanzarlas, aunque estamos conscientes de que los cubanos son apenas una ínfima parte de ese grupo de personas especiales que vivieron los Parapanamericanos como su gran Fiesta.