Irán: Escapar hacia adelante
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Al trabajar para moderar la desmesura conque su predecesor abordó el enriquecimiento de uranio y pasar la página de las acusaciones por el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA); la nueva administración iraní da pasos para lavar la imagen del país, lograr el levantamiento de las sanciones y poner fin al aislamiento internacional; contribuyendo a la distensión en el Medio Oriente y al saneamiento del clima político internacional.
Para lograr tales objetivos Irán no necesitará cambiar su régimen político, deponer sus objetivos nacionales legítimos ni afectar su capacidad defensiva frente a Israel. Tal vez el nuevo presidente ha constatado que la moderación puede ser más rentable que el extremismo.
El cumplimiento de esos objetivos es posible a corto plazo, entre otras cosas porque no depende de nadie más que del propio Irán, no está supeditado a ningún entendimiento internacional ni debilita el proceso político y por el contrario permitiría liberar una impresionante cantidad de recursos para destinarlos al desarrollo económico y social.
En concreto, de lo que se trata es de fijar los límites del enriquecimiento del mineral en niveles compatibles con las necesidades de la producción de energía nuclear y otros usos civiles mientras que, respecto a la investigación del atentado terrorista contra la AMIA en Buenos Aires, sólo se pide su colaboración.
EL HECHO
Casi 20 años atrás; en la mañana del 18 de julio de 1994, una enorme explosión destruyó el edificio que albergaba la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), una centenaria institución al servicio de la comunidad judía más numerosa de América Latina. Se trató del mayor atentado terrorista en la historia argentina y la más brutal manifestación de antisemitismo en la región: 85 personas resultaron muertas y más de 300 lesionadas.
HIPOTESIS, SOPECHAS Y ACUSACIONES
Desde los primeros momentos por indicios circunstanciales, indagaciones dirigidas intencionadamente y prejuicios, se sospechó de Irán y Hezbolá. Sin embargo transcurrieron 12 años para que en 2006 estos presuntos autores fueran formalmente acusados. Entre tanto, otra línea de investigación apuntó al entonces presidente argentino Carlos Menem y a Siria y algunas pistas a una conexión asociada con traficantes de armas internacionales, empresarios y políticos argentinos llegando hasta Oliver North.
En fecha reciente, debido a intensas gestiones de la presidenta Cristina Fernández, Irán ha accedido a colaborar en la indagación del presunto involucramiento de ciudadanos iraníes, todos ex altos funcionarios del gobierno, en el atentado contra la AMIA.
Después de 20 años de manipulaciones políticas al menos en cinco países, de alguna manera involucrados e interesados en barrer bajo la alfombra, de una probablemente ineficaz custodia de las evidencias, investigaciones inacabadas y procesos judiciales inconclusos, la verdad yace bajo una montaña de elementos circunstanciales, intrigas políticas y entuertos judiciales que difícilmente puedan ser removidos para encontrar un único culpable.
Como la muerte de JFK, el atentado a las Torres Gemelas y otros hechos análogos, AMIA es un asunto que excepto a los familiares de las víctimas, a los demás actores, incluyendo irán les convienen resolver taxativamente el entuerto.
Colaborar con la investigación, enfrentar las responsabilidades que algún ciudadano iraní pudiera tener es para el estado persa más rentable que evadir un asunto cuya mejor solución es escapar hacia adelante. Allá nos vemos.











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