México: De buenas intenciones…
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"Para que México crezca con fuerza, tenemos que impulsar las reformas y los cambios pendientes", dijo el presidente de México, Enrique Peña Nieto, durante el primer Informe de su gobierno, en el que pretende que las reformas propuestas sean aprobadas por el Congreso en menos de 120 días, con una dudosa exposición al pueblo para su aprobación.
En materia de seguridad, resaltó la detención de 65 de los 122 criminales más buscados y que el número de homicidios se redujo un 13.7% de diciembre del 2012 a junio del 2013, en comparación con el mismo lapso del año anterior; así como la aprobación de leyes constitucionales relacionadas con las telecomunicaciones, la competencia económica y la educación.
En este aspecto celebró la aprobación de la Ley General del Servicio Profesional Docente y la reforma educativa (aprobada luego por el Congreso) a pesar de la oposición de lo que llamó una minoría –que logró paralizar el centro del Distrito Federal-, la cual es de estados donde la pobreza y la marginación limitan la calidad de la enseñanza.
Destacó la puesta en marcha de diferentes programas sociales con los que su gobierno busca combatir la pobreza, y subrayó que el programa de pensión a adultos mayores favorece a seis millones de personas que reciben un ayuda económica desde los 65 años y no hasta los 70, como sucedía en la anterior administración; pidió respaldar al Congreso para hacer realidad las reformas pendientes, y se aprueben las energéticas y hacendaria.
Sobre la reforma energética, dijo que permitirá tener energía suficiente para que más empresas se instalen en México y generen empleos, y así “México podrá convertirse en una potencia energética para beneficio de todos los mexicanos”.
Expuso que con la reforma hacendaria se reforzará la capacidad financiera del Estado mexicano, para invertir en infraestructura, ampliar y mejorar la educación y establecer la seguridad social universal.
Tras subrayar que un insumo esencial para la actividad económica de México es el financiamiento, admitió que el crédito aún es insuficiente para las micro, pequeñas y medianas empresas, que son las que generan tres de cada cuatro empleos en el país.
Peña Nieto informó que en estos primeros nueve meses del año se concluyeron importantes obras hidráulicas de protección a la población, ya no se construirán viviendas lejos de los centros de trabajo y que ante la difícil situación financiera que atraviesan algunas empresas del sector, el gobierno federal promueve que haya crédito suficiente y oportuno para recuperar el ritmo de construcción de vivienda.
Destacó la confianza de las empresas internacionales en el país, quienes ven a México como un socio estratégico en sus planes de crecimiento.
LO QUE NO DIJO
Aún se mantienen dos estados, Guerrero y Michoacán, en plena efervescencia violenta, y hasta las autoridades norteamericanas sindicaron su sospecha de que, como el anterior gobierno del Partido Revolucionario Institucional, el actual haya pactado con jefes mafiosos para la reducción de la violencia.
En lo que va de año, el crecimiento del Producto Interno Bruto se redujo dos veces y ahora es oficialmente en 1.8%; el desempleo aumentó, así como el secuestro y la extorsión, los homicidios por el narcotráfico siguen prácticamente igual que con Felipe Calderón; no se le ha dado a nadie de comer con la Cruzada contra el Hambre, a pesar de que se anunció desde enero; fue devaluado el peso y se levantaron en armas diversos grupos de autodefensa ante el incremento de la inseguridad en varios estados.
Incluso, después de aprobada, han seguido las protestas masivas contra la reforma educativa; fue liberado el conocido corrupto Rafael Caro Quintero y se le devolvió su dinero de procedencia inexplicable al expresidente del PRI Raúl Salinas de Gortari, y aumentó la pobreza en México a 53,3 millones de personas. Aunque dividida, la izquierda mexicana si ha logrado coincidir en lo que califica de utilización perniciosa que Enrique Peña Nieto está haciendo de la figura emblemática de Lázaro Cárdenas, para justificar y consumar la privatización del petróleo.
“Nos quiere convencer que la transformación de PEMEX requiere de las compañías petroleras extranjeras para la refinación y el desarrollo de la industria de la petroquímica… porque supuestamente los mexicanos hemos sido incapaces de convertir a PEMEX en una paraestatal exitosa”, expresa, y concluye:
La falacia más grande… es que no toca el cáncer de PEMEX: la corrupción. Peña Nieto no ha tenido el valor de encarcelar al corrupto senador y líder petrolero Carlos Romero Deschamps… a quien ha dejado en la impunidad, al igual que a los funcionarios corruptos de PEMEX…”.
El reto es grande para el mandatario, para sus reformas que pretenden aparentemente alejarlo de los aires neoliberales subyacentes y quien, incluso, ha sido espiado por los servicios de seguridad estadounidenses desde que asumió la Presidencia, pienso para que no se aleje de los vínculos económicos y comerciales que tienen atado a México.
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