El alcalde de Miami-Dade: ¿En crisis?

Ex integrantes de la policía de ese condado anunciaron que denunciarán las trabas impuestas a una pesquisa sobre el fraude que en 2012 involucró la campaña electoral de Giménez.

Juzgaron la disminución del número de integrantes del equipo que enfrenta la corrupción, como “una represalia por la investigación del fraude con boletas de electores ausentes”, en el condado de Hialeah.

El presidente del sindicato policial de Miami-Dade, John Rivera, declaró a la prensa que varios de sus representantes han ido al FBI y reportado que les han detenido esas pesquisas.

Rivera subrayó: lo que puedo afirmar es “que el alcalde dice mentiras al pueblo”, desconozco si lo hace por no saber administrar, ya que es muy arrogante, “y eso lo he dicho siempre”.

Indicó que durante meses se ocultó la más importante evidencia del fraude electoral que estalló cuando detuvieron a la recolectora de boletas pertenecientes a quienes votan desde el hogar, Deisy Pentón.

Un detalle llamó entonces la atención y fue que la apresaron cerca de la oficina de campaña del alcalde Giménez, en el condado de Hialeah, donde la vieron entrando y saliendo con “boletas ausentes en mano”.

Observadores comentaron que, a pesar de todo, no se movió ni un dedo contra los infractores, en lo esencial –recordaron- porque es precisamente ese alcalde quien nombra a su jefe de Policía.

Ha sido tanta la corrupción alrededor del manejo de ese tipo de  cédulas electorales, que el Partido Republicano de la Florida ordenó a sus hombres suspender, al menos por ahora, tal práctica.

El año pasado el escándalo por el uso de las boletas ausentes llegó tan lejos que hasta una persona cercana a la fiscal de Miami-Dade, Katherine Fernández-Rundle, fue detenida como sospechosa.

Pero junto a la fiscal, imposible olvidarlo, a continuación de las elecciones primarias del 14 de agosto, también deslizaron el nombre del alcalde de ese territorio, Carlos Giménez.

Las sospechas respecto a la existencia de intereses entrecruzados en esa jugarreta se multiplicaron al saberse que la boletera Pentón tenía fuertes vínculos con Al Lorenzo, consultor electoral del alcalde.

Los acusadores además cuestionaron por qué no allanaron la referida oficina, cuartel general de la campaña de Giménez,  a pesar de que la detenida Deizy Pentón fue vista cuando entraba y salía del lugar, ”con boletas ausentes en mano”.

En medio de este panorama salió en defensa del alcalde condal el director de la policía, J. D. Patterson, con argumentos que poco lo ayudaron.

¿Cuáles fueron sus palabras? Que el Alcalde de Miami-Dade no desempeñó papel alguno en la decisión adoptada a fines de julio de  reducir la titulada unidad anti-corrupción de 20 a 10 detectives.

Agregó que la medida de disminuirla fue suya y que Giménez “solo la respaldó”.

Nadie considera que este alcalde vive sus días finales en el cargo, pero tampoco que sus más recientes sablazos pasarán inadvertidos al  sostenido desgaste que lo marca fatalmente.