Iván Márquez, vocero de la delegación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) calificó este domingo como positivos los avances alcanzados con el Gobierno de su país en vías de concluir el conflicto armado que lleva más de medio siglo causando muertes y desplazamientos.

"Estamos satisfechos (con la marcha de las negociaciones), no entiendo por qué dicen (algunos observadores del proceso) que el ritmo es lento", expresó desde Cuba.

En sus declaraciones desde la isla, el vocero de la insurgencia resaltó que los reclamos de esta organización tras seis meses de negociaciones con el Gobierno colombiano (en la Isla Caribeña) reivindican intereses populares y el cumplimiento de normas constitucionales.

"Estos temas tenemos que tratarlos con serenidad, con profundidad si queremos realmente sentar unas bases sólidas para la construcción de una paz estable y duradera", apuntó.

También adelantó que la guerrilla espera las conclusiones del Foro sobre Participación Política que tuvo lugar en la nación suramericana, para "armar una nueva lista de insumos" y aseguró que se ha avanzado considerablemente en el tema de la tierra, el primero de la agenda.

Coincidencias y diferencias

Por otro lado, con respecto a las políticas gubernamentales, Márquez desestimó la postura del presidente Juan Manuel Santos de calificar de “lista de mercado” las posiciones defendidas por la guerrilla y afirmó que las políticas neoliberales expandieron la miseria y la desigualdad en su país.

El insurgente también rechazó cifras oficiales según las cuales el número de pobres se redujo de 30 a 20 millones de personas, en una nación de 46 millones de habitantes.

Tal estadística se basa en mediciones neoliberales y tecnocráticas que no toman en cuenta el índice de desarrollo humano "ni la existencia de una crisis humanitaria generada por el terrorismo de Estado", aseveró.

Mientras tanto, en Colombia prosiguen los enfrentamientos, ya que no el Gobierno se niega a aceptar la tregua de alto al fuego promovida por la insurgencia. Las comunidades más castigadas son las del oeste (Chocó, Cauca, Nariño y Putumayo) y el este del país (Catatumbo y Arauca), donde se producen todavía atentados guerrilleros contra la fuerza pública y bombardeos y grandes operativos de la Policía y el Ejército.

En los combates desatados durante estos seis meses han muerto decenas de hombres de la fuerza pública y de las FARC, entre ellos el jefe de la columna móvil de elite Jacobo Arenas, alias Caliche, y el jefe del norteño Bloque 5, conocido como Jacobo Arango.

Desde el inicio del proceso de paz en octubre de 2012, el Gobierno y las FARC han convocado a la sociedad civil en foros en Bogotá y en las regiones para que aporten sus propuestas al proceso en materia agraria y política.

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