Urgen a poner fin a la "mancha negra" de prisión de Guantánamo
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Expertos y activistas urgieron hoy a poner fin a la "mancha negra" que supone para EEUU la cárcel de Guantánamo, al pedir al presidente Barack Obama que use su autoridad para cerrarla y para resolver la "crisis humanitaria" motivada por una masiva huelga de hambre entre los reos.
El Congreso celebró una sesión informativa para analizar la situación en el penal y, en paralelo, activistas de grupos pacifistas como "Code Pink" y "Witness Against Torture" se concentraron frente a la Casa Blanca, como hacen últimamente los viernes.
La cárcel de Guantánamo - situada en la base naval de EEUU en territorio de la isla de Cuba- fue abierta en enero de 2002 por decisión del entonces presidente George W. Bush y en el marco de la guerra global de EEUU contra el terrorismo tras los atentados del 11S, y llegó a tener casi 800 reclusos. Ahora quedan 166.
La huelga de hambre que secundan desde hace 93 días un centenar de esos presos ha disparado las alertas sobre las condiciones en Guantánamo y también la urgencia sobre su cierre, prometido por Obama poco después de su llegada a la Casa Blanca en enero de 2009.
La situación en ese penal "se ha convertido en una crisis humanitaria que necesita ser abordada ya", dijo el legislador Jim Moran, demócrata por Virginia y patrocinador de la sesión de hoy en el Congreso.
Se había anunciado la asistencia a la sesión del coronel Morris Davis, exfiscal jefe de las comisiones militares de Guantánamo y crítico con el mantenimiento de la cárcel, pero finalmente no acudió.
"La mayoría" de los detenidos en Guantánamo "nunca cometió ningún acto de violencia contra Estados Unidos o nuestros aliados", sostuvo Moran, quien agregó que solo un 5 % de los presos son miembros de Al Qaeda o de redes terroristas afines.
Para el brigadier general retirado David Irvine, exoficial de inteligencia del Ejército, "la detención indefinida sin cargos ni juicio" que se aplica a los presos de Guantánamo "es contraria a los principios de la ley".
Mientras, Pardiss Kebriaei, del Centro por los Derechos Constitucionales y abogada de algunos de los reclusos de Guantánamo, afirmó que el Gobierno de Obama "ha dejado de preguntar" a otros países sobre posibles transferencias de presos.
"¿Nos damos cuenta de que estos prisioneros son seres humanos?", se preguntó George Hunsinger, fundador de la Campaña Religiosa Nacional contra la Tortura.
Si Obama tuvo potestad para decidir sobre la intervención en Libia "puede cerrar Guantánamo mañana por la mañana si quiere", enfatizó el coronel retirado Lawrence Wilkerson, que fue jefe de personal del en su día secretario de Estado estadounidense Colin Powell, con la Administración Bush.
Un total de 86 reclusos han recibido el visto bueno para ser liberados, pero la oposición del Congreso, la falta de acuerdos bilaterales para su transferencia y una moratoria en la repatriación de presos yemeníes a su país han bloqueado el proceso.
Obama prometió la semana pasada que reanudará los esfuerzos por lograr la luz verde del Congreso para el cierre del penal, que consideró "caro", "ineficaz" y una herramienta para reclutar extremistas.
Por su parte, el coronel Davis impulsa desde hace diez días en el portal Change.org una petición para el cierre de Guantánamo que apoyan en la actualidad más de 190.000 firmas.
"Si cualquier otro país estuviera tratando a sus presos como nosotros a los de Guantánamo lo criticaríamos rotundamente y con razón", destaca Davis en su petición.
Obama "no tiene el coraje, el deseo de hacerlo, pero sí tiene el poder" de cerrar Guantánamo, afirmó a Efe Medea Benjamin, cofundadora de "Code Pink" y presente hoy en la concentración ante la Casa Blanca.
Benjamin abogó por "un movimiento global frente a las embajadas de Estados Unidos en todas las capitales" del mundo para protestar por la existencia de Guantánamo y alertó del "estado de desesperación" de los presos, en particular de los 86 cuya liberación ya está aprobada.
"Cuando se trata a seres humanos así estamos creando más odio contra nosotros, los estadounidenses", anotó la activista.
Tighe Barry, también de "Code Pink", sostuvo a Efe que los 166 reclusos de Guantánamo "son presos políticos" y agregó que la simple existencia del penal es "una mancha negra" en la historia de EEUU.
De la veintena de activistas que se concentraron frente a la Casa Blanca varios vestían uniformes naranjas de presidiario y llevaban capuchas negras que les tapaban la cabeza.
Flores y carteles sirvieron para recordar, además, que nueve presos han muerto en Guantánamo desde su apertura, el último el año pasado.
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