La pértiga rumbo a Moscú 2013: ¿Cara y Cruz?
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Mismo año de despegue con diferentes matices. Hoy día bien pudiera decirse que rumbo al mundial de Moscú (del 10 al 18 de agosto) son cara y cruz de una moneda. Algo que me cuesta afirmar porque las coincidencias, por así decirlo, han marcado a ambos atletas desde la lid universal de Daegu.
Entonces el pertiguista Lázaro Borges sorprendió a la elite universal con la presea de plata y ese salto de 5.90 metros. A punto de imitarlo estuvo su homóloga Yarisley Silva, quien con el quinto escaño y 4.70… a la vuelta de dos meses corroboró su excelente forma al vencer con 4.75 nada más y nada menos que a la titular en suelo sudcoreano, la brasileña Fabiana Mürer, y de paso fijar una nueva cota continental.
En el 2012 comenzaron a bifurcarse los caminos: el 5.72 conseguido por Borges sobre pista cubierta en Donetsk presagiaba otro año grande, pero… eso fue casi todo. No pudo pasar del quinto escaño en la cita universal de Estambul (5.70), abrió al aire libre con 5.60 en el Grand Prix de Ponce, y luego comenzó a declinar. Aún así la expectativa estaba creada de cara a Londres y justo allí se invirtieron los roles.
Borges apenas sobrepasó la varilla sobre 5.50 metros, especialmente por un incidente que pudo tener desenlace fatal, su pértiga en pleno intento se le partió en tres pedazos. Entonces, como ave Fénix acudiría en su rescate Yarisley volando sobre 4.75, igualando su cota personal, y por un intento fallido más que la estadounidense Jennifer Suhr viendo esfumársele la cima del Olimpo deportivo.
De entonces a la fecha la realidad de ambos es contrastante. Yarisley terminó por todo lo alto en el circuito europeo, incluso coqueteó con la corona de la III Liga de Diamante. Borges también prolongó su estancia en el viejo continente, especialmente para reencontrarse con la confianza, ese romance hombre-garrocha, perdida en su totalidad luego del suceso gris en la clasificatoria olímpica.
LA PISTA COMIENZA A CALENTARSE…
Y en materia de inscripciones competitivas afloró también el cara y cruz. Yarisley encabezó la reducida comitiva (la acompañaron los vallistas Orlando Ortega y Yordan O’Farrill) que concurrió a la gira invernal. Allí en Estocolmo, el 21 de febrero, estableció registro cimero de 4.78 sobre superficie techada. Borges, en cambio, no dejó de batallar en cada sesión de entrenamiento en el Estadio Panamericano del Este capitalino, a pesar de las interrupciones provocadas por un “invierno” hostil y la situación no idónea que persiste en el parque de pértigas.
Llegó entonces la Copa Cuba, otro escenario de matices diferentes, dos realidades: gracias a su rendimiento allí Yarisley se regodea con la mejor marca al aire libre de la actual temporada, fenomenal salto 4.81 que constituyó récord para Centroamérica y del Caribe y de la Copa Cuba el pasado 16 de marzo. El 5.40 de Borges apenas le vale el escaño 23 de un escalafón liderado por el estadounidense Sam Kendricks (5.81).
Así es la vida, pero en las adversidades también se mide la estirpe de los atletas. Yarisley desde el 2008 sobrepasó los 4.50, Borges en ese mismo año superó 5.70. Ambos tuvieron que esperar hasta el 2011 para un verdadero despunte.
Por estos días el contexto de ambos nuevamente se bifurcó. Yarisley, junto a su mentor Alexander Navas y su coequipera Dailis Caballero, tendrá la oportunidad el viernes de un remake finalista olímpico en la 104 Edición de los “Drake Relays” en el estadio de la universidad de Drake, ubicado en el estado de Iowa y con capacidad para 18 000 espectadores. Allí se medirá una vez más a la norteña Suhr.
Entre hombres, —no estará Borges como era de esperarse— la expectativa también es enorme, pues el one-two londinense el galo Renaud Lavillenie y el germano Björn Otto igualmente pugnarán pértiga en mano.
Luego llegarán las paradas de la IV Liga de Diamante. A Yari de seguro la querrán como atracción en toda. Y no es para menos pues se ha convertido en una de las pertiguistas de elite más estables. Borges en cambio, deberá probarse antes en el Grand Prix boricua (18 de may) y el periplo que ofrece Brasil, Belem, Uberlamdia y Sao Paulo antes de decidirse a cruzar el Atlántico. Es cierto, existe la posibilidad de que Nueva York (25 de mayo) o Eugene, Oregón (1ro de junio) los tenga en sus listas de salida.
Por ahora concentrémonos en un punto que ambos tendrán en común: modificaciones con su técnica: Yarisley extenderá su agarre de 4.30 a 4.40 metros, y la carrera de 14 a 16 pasos. Su garrocha de competir soporta una fuerza de 170 libras de peso, cuenta con una capacidad de flexión de 18 y mide 4.60 metros. Borges está urgido de recobrar la confianza y por ende potencia en los pasos finales y el despegue de los 16 con que cuenta su sprint de impulso. Eso y sacudirse de todo estigma que le pueda haber dejado el 2012 facilitará su adaptación y rendimiento con la garrocha de 190-195 libras.
En fin, cara y cruz de una moneda que de seguro quieren converger en un objetivo: rendir una excelente actuación en la justa del orbe moscovita.
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