En el colchón, títulos y average por las nubes

En el colchón, títulos y average por las nubes
Fecha de publicación: 
21 Octubre 2011
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Un average astronómico, como conectar de hit e impulsar todas las carreras necesarias, en este caso los oros sumamente trascendentales para la delegación, ahora con 12 títulos y anclada en el cuarto lugar del medallero, gracias a los desbalances, tackles y pases atrás del matancero Jorgisbel Álvarez (74 kg) y el camagüeyano Yunior Estrada (96).

Y es que la batalla en los colchones del CODE II fueron cruentas, en especial las de Jorgisbel en el combate decisivo ante el estadounidense Benjamín Provisor, a quien doblegó (1-0, 2-3, 2-0).

“Fue un combate muy fuerte, es mi primera competencia de envergadura este año, estaba un poco presionado, en especial por los cuatro oros de mis compañeros. En el segundo tiempo iba ganando y lo perdí, cometí el error de meter la cabeza y ahí me marcó. En la esquina los entrenadores supieron levantar mi ánimo y salí a comérmelo en el tercer tiempo, con mi arma fundamental: ataques constantes, intensos, y mantener la resistencia todo el tiempo. Que disfrute mi pueblo de Limonar y de Cuba, como lo hace con toda medalla que conseguimos”, sentenció este gladiador que nunca perdió la concentración, incluso cuando le reclamaron una acción en el período decisivo e igualaron a cero las acciones.

Más holgado estuvo Estrada, verdugo por superioridad técnica en la final ante el colombiano Raúl Angulo, aunque señaló que para él fue bueno enfrentarse a luchadores de diferente calidad. “Todo se definió en la arena, la experiencia mundialista fue excelente y me hizo llegar con seguridad aquí”.

“Siempre una medalla es un buen resultado, pero no me conformo porque sé que tenía para más, llegué muy bien preparado. Liendo es un rival fuerte, clasificado para la olimpiada, pero pude ganar el combate, estuvo para cualquiera de los dos, no estaba cansado y terminé en óptima forma”, manifestó el también yumurino Hansel Meoque, único que no pudo acariciar la cima del podio, pero tocó el techo de bronce.

Sobre él, su contrario, el archiconocido venezolano Luis Liendo, finalmente monarca en sus terceros Juegos (fue plata en Santo Domingo ’03 y bronce en Río de Janeiro ’07, en ambos casos víctima del otrora estelar antillano Roberto Monzón), destacó:
 
“Ha sido muy duro, tengo mucha experiencia y me he preparado junto a los cubanos, esta es su especialidad. También estuve concentrado tres meses al máximo nivel europeo, eso me ayudó mucho. De Monzón heredé la disciplina, y ahora logré este resultado ante Hansel, otro muy buen atleta, incansable, fuerte. Este año ha sido especial para mí, eliminé al campeón defensor en el Mundial y alcancé la clasificación olímpica, parte de eso se lo debo a un entrenador cubano que me ha ayudado mucho, Mario Figueroa” sentenció el primer monarca morocho en la historia de estas justas.

Impresionado por el rigor competitivo del certamen clásico, Rafael Martinetti sentenció: “El nivel panamericano de la disciplina es mucho mejor, los cubanos siguen siendo la potencia a derrotar, pero el resto ha ganado en calidad. Después de Londres existe la posibilidad de elevar a siete también las divisiones del estilo libre femenino”.

Qué mejor cierre que la satisfacción del mentor principal Pedro Val, quien desde ya mira hacia la clasificación olímpica de su armada. “Solo se perdió un combate y la cantidad de puntos marcados por los muchachos fue muy superior. Lo alcanzado hoy nos inspira para seguir trabajando fuerte rumbo a Londres.

Sumamente inspirador, además, para nuestras dos gladiadoras que ascenderán al colchón: Catherine Videaux (63kg) y Lisset Echevarría (72). Hasta ahora la lucha tiene un promedio astronómico, ojalá siga conectando de hit.

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