Egipto busca que Tutankamon obre el milagro de impulsar su turismo
especiales
Noventa años han pasado desde el descubrimiento de la tumba del faraón Tutankamón, un acontecimiento que resucitó la pasión por la egiptología y con cuya conmemoración mañana el país árabe pretende impulsar su maltrecho turismo.
Las celebraciones en la antigua Tebas, actual Luxor, llevarán a decenas de egiptólogos, diplomáticos, guías de turismo y periodistas a recorrer los pasos del arqueólogo británico Howard Carter.
Por el Valle de los Reyes, en la ribera oeste del río Nilo, se afanaba Carter en 1922 para descubrir el mundo los tesoros de la civilización del Antiguo Egipto.
Tras varias campañas infructuosas y ya a punto de arrojar la toalla, su perseverancia dio resultado el 4 de noviembre de ese año, cuando encontró la cámara funeraria del conocido como “faraón niño” por su temprana muerte.
El descubrimiento supuso un acontecimiento arqueológico mundial debido a que en su interior se halló casi intacto el ajuar funerario y la famosa máscara de tonos dorados y azules, convertida ya en icono de Egipto.
Al contrario que las de otros faraones, la tumba de Tutankamón, un faraón de la dinastía XVIII que reinó durante el 1.300 a.C, se mantuvo a salvo de los saqueos durante siglos.
La cámara mortuoria fue hallada después de que otros arqueólogos como Theodore Davis, protagonista del descubrimiento de una treintena de tumbas a principios del siglo XX, considerara que los misterios del Valle de los Reyes ya habían sido desvelados.
Cerrada al público para evitar un mayor deterioro, sus tesoros aguardan a los turistas en el Museo Egipcio de El Cairo, donde ocupan un lugar privilegiado con la máscara funeraria y su carruaje como principales atracciones.
De hecho, la gloria de Tutankamón, cuyo reinado fue breve y menor en importancia que el de otros faraones como Ramsés II, se debe a que su tumba es la única real hallada con un tesoro completo y bien conservado.
El corto reinado de Tutankamón, que según los últimos estudios de ADN pudo morir de malaria, estuvo marcado por la devolución de poder a los sacerdotes de Amón, que habían sido despojados de influencia tras la introducción del monoteísmo por Akenatón.
Coincidiendo con el 90 aniversario del descubrimiento, la Unión Europea regaló hace pocos días a Egipto una réplica fiel de la famosa tumba, obra del estudio español Factum Arte.
El deseo de los artistas de esta réplica es que sea trasladada a Luxor junto a la casa de Carter, para convertirla en destino de los turistas, aunque la decisión sobre su ubicación final queda en manos del Gobierno egipcio.
La imagen e historia de Tutankamón es una de las más explotadas por Egipto para atraer el turismo, la principal fuente de ingresos del país, por lo que hace cinco años se exhibió a los visitantes la momia del faraón en Luxor.
Impreso en camisetas y gorras y repetido hasta el infinito en pequeñas reproducciones, su busto hace las delicias de los turistas y acrecienta la fama póstuma del faraón.
Su nombre ha sido ligado incluso a personalidades actuales como el presidente estadounidense, Barack Obama, que vivió su momento de gloria en Egipto en junio de 2009, cuando visitó El Cairo para dar su histórico discurso al mundo árabe.
Con motivo de esta visita, los espabilados comerciantes egipcios no dudaron en vender camisetas con el busto del faraón y la frase: “Obama, nuevo Tutankamón del mundo”.
Entre celebraciones y “souvenirs”, Egipto busca que Tutankamón salga al rescate del turismo en esta época de vacas flacas, debida a la inestabilidad que reina en el país tras las protestas que desbancaron en febrero de 2011 al “último faraón”, Hosni Mubarak.
Añadir nuevo comentario