CUMBRE: Argentina reitera reclamo soberano sobre Islas Malvinas

El vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, reiteró hoy el reclamo de su país sobre las Islas Malvinas y agradeció el apoyo de las naciones iberoamericanas al derecho argentino sobre el archipiélago, usurpado por Reino Unido.

La ocupación de los ocupantes ilegítimos no durará por siempre, aseguró Boudou, que asistió a la XXII Cumbre Iberoamericana en representación de la presidenta, Cristina Fernández, quien no pudo viajar a Cádiz por cuestiones de salud.

Durante su intervención, el político suramericano agradeció el renovado respaldo de la Cumbre al derecho de su país sobre las disputadas islas y expresó la esperanza de que el largo proceso de reclamación de Argentina "algún día se verá recompensado".

El litigio por el archipiélago suratlántico se remonta al siglo XIX, cuando los británicos ocuparon el territorio y desalojaron violentamente a los anteriores habitantes, de origen argentino, en una historia que desembocó con posterioridad en un conflicto bélico entre Londres y Buenos Aires en 1982.

Al exponer la disputa malvinense, Boudou también destacó la cercanía de Cádiz con la colonia británica de Gibraltar, enclave que calificó como uno de los resabios de un sistema colonial basado en la expoliación de territorios.

Tanto Malvinas como Gibraltar fueron ocupados por la fuerza por Reino Unido en 1833 y 1704 respectivamente, y desde entonces han constituido fuentes de reclamos argentinos y españoles, además de causa de reiteradas tensiones con Reino Unido.

A 30 años de la guerra de Malvinas, Argentina, con amplio respaldo continental, reclama su legítimo derecho sobre el disputado archipiélago a sólo 400 kilómetros de sus costas y a 14 mil kilómetros de Londres, pese a la tajante negativa de los europeos a conversar sobre el estatus de las islas.

Prueba de ello es que Reino Unido ha violado unas 40 resoluciones de la ONU, destinadas al diálogo cordial en la búsqueda de una solución pacífica y negociada al litigio con la nación austral.

A principios de año, las tensiones entre Argentina y Reino Unido vivieron una escalada dramática, al cuadruplicar Londres su poderío naval en el Atlántico Sur con el envío del poderoso destructor HMS Dauntless y ubicar en Malvinas al príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono británico.

Además, en las islas, cuya población apenas rebasa los tres mil habitantes, permanecen unos mil 700 soldados británicos respaldados por modernos medios de combate como aviones cazas Typhoon, helicópteros, estaciones de radar y baterías de misiles.