DE CINE EN CINE: ¿Dónde estás, Casal?

Buscando a Casal no se parece a otras películas históricas rodadas en Cuba, ni siquiera a las anteriores de su director, Jorge Luis Sánchez. Primero que todo, rehúye de la convención para articular una narración lúdica, pletórica de símbolos, con toda intención teatral. Nadie espere una biografía oficial y minuciosamente exacta del gran poeta cubano Julián del Casal, porque lo que pretendió el realizador fue la recreación refulgente (y no por eso menos seria y hasta trágica) del artista, del hombre y del ícono.

Se busca a Casal, pero más a su espíritu que a su carnalidad. El filme es un homenaje muy posmoderno a una de las más significativas voces del modernismo hispanoamericano. Y de paso, reflexiona sobre la independencia del arte, que nunca será «la política», por más político que pueda ser. Una y otra vez se debate en la cinta sobre el rol de la poesía en el gran entramado del que forma parte. Casal —la figura histórica, el cronista y el poeta— es abanderado perfecto de la libertad que implica la creación más auténtica. Libertad que, obviamente, no reniega de compromisos puntuales.

Para concretar la fábula, Jorge Luis Sánchez arma un espectáculo pirotécnico, donde reinan el artificio, el exotismo y el extrañamiento. A la manera, quizás, de la poesía de Casal. En la gran puesta, los actores interpretan personajes que parecen tener bien claro que son precisamente eso: personajes. Arquetipos, caracteres, representaciones… La Habana de la película es un ostensible decorado multicolor. El atrezo no pretende disimular que es atrezo.

Conseguida la singularidad, gracias —en buena medida— a la dirección de arte y al guion, la película se regodea en su salsa. Por momentos, parece demasiado sentenciosa y enfática. Es como si insistiera sobre la importancia y la originalidad de la alegoría que presenta.

Más allá de reconocidas peripecias, Julián del Casal sigue siendo un enigma. En ese sentido, el título del filme es ilustrativo. Buscando a Casal ilumina al personaje a través de un tamiz.