Sobreponerse a todo en la lucha por ser los más completos

Cinco exigentes pruebas, todo un día de competencias, y en sus cuerpos y mentes el anhelo de convertirse en el hombre o la mujer más completa. Se trata del pentatlón moderno, disciplina que desde la primera edición de Buenos Aires’51 se disputó entre varones, para luego acoger a las damas en Winnipeg’99. Ahora 32 hombres y 18 mujeres pugnarán por el mérito mayor en Guadalajara, batalla en la que estarán enrolados cuatro cubanos.

Precisamente Yaniel Velásquez sorprendió a todos con su plata en Río de Janeiro, cuando contaba 20 años. Entonces acumuló 5344 puntos (tiro: 1120, esgrima: 920, natación: 1208, equitación: 1024 y carrera: 1072). Allí solamente el estadounidense Eli Bremen (5380) pudo superarlo, y otra vez se cuenta entre los escollos más difíciles, sobre todo por su posición 25 del escalafón, lo mismo que el gaucho Enmanuel Zapata (18), y el anfitrión Álvaro Sandoval (31) y subtitular del NORCECA celebrado en el mismo escenario de los Juegos, además de brasileños y canadienses y otros estadounidenses. Justamente Estados Unidos (10-7-5), Brasil (3-4-0) y México (2-1-5) han sido las naciones más laureadas en lides continentales.

Claro, tras el cambio de reglamentación, el tiro y la carrera se fusionaron en una sola prueba, el colofón de la jornada, entre otras cosas por la inserción de pistolas con mirillas láser, blancos electrónicos y el hecho de intercalar series de cinco disparos al término de cada kilómetro de recorrido.

El capitalino se perfila como el más serio aspirante a medallas de nuestra armada, pues a pesar de las pocas competencias del circuito mundial en las que se insertan, aparece rankeado en el escaño 50 con 90 puntos, amparado en su plata del campeonato panamericano y el escaño 13 en el abierto de la región NORCECA. ¿Sus pruebas más sólidas? La esgrima —asaltos de un solo toque por el sistema de todos contra todos los hombres y dos las féminas— y la natación, mientras al igual que sucede a sus coterráneos, la equitación constituye el talón de Aquiles, aun cuando la sede pone los caballos y estos se sortean 20 minutos antes de comenzar la modalidad. Otro inconveniente que acusan nuestros representantes es la escasa familiarización con las pistolas láser. Imaginen que su costo puede alcanzar los 15 000 euros y aún Cuba no dispone de una propia.

Su coequipero Abel Álvarez, también de 24 abriles, ostenta el escaño 59, mientras Kenia Campos, 66, y la reina de los I Juegos Olímpicos de la Juventud Leidis Laura Moya, 106 y un solo torneo punteable.

Ambas son muy jóvenes, 21 y 19 años respectivamente, y tendrán que realizar una hazaña para imponerse a la reina regente, la brasileña Yane Marques (quinta del orbe), y la estadounidense Margaux Isaksen (18), entre otras contrarias poderosas. Pero un dato curioso que da fe de la extrema competitividad de Leidis Laura: En Singapur llegó a la modalidad de carrera-tiro en la novena posición y como todos conocen, se ciñó la corona.

El reto está planteado, los días 15 y 16, tras realizarse la justa femenina y masculina, en ese orden, se sabrá el veredicto y los más completos de este hemisferio.