Cualquier fumador sabe hoy en día que el tabaco mata. Los que no lo pueden saber son los personajes de los clásicos dibujos animados soviéticos, que no obstante a ello, corren peligro de muerte.

La supervivencia del lobo simplón de las aventuras Nu, pogodí y del simpático cocodrilo Gena, de Cheburashka, está en entredicho por una nueva ley rusa que protege a los menores de la propaganda del tabaco y el alcohol.

Los cigarrillos del lobo y la pipa de fumar de Gena, dos atributos de populares personajes animados, pueden convertirse, de la noche a la mañana, en una publicidad de tabaco, y la proyección de las series quedará prohibida para menores de edad. La ley no hace distinciones. Dura lex, sed lex, habrán pensado los diputados rusos.

«Cada caso es diferente», les objetan los defensores de las clásicas animaciones soviéticas, que marcaron toda una época.

«No creo que el lobo sea un mal ejemplo para los niños», dijo a RIA Novosti la especialista en desarrollo infantil, Asya Shtein.

Hasta un niño de tres años, indica la experta, es capaz de comprender que este lobo es un personaje negativo y no un ejemplo a seguir.

«El mundo infantil no es estéril, los niños ven a mucha gente fumando a su alrededor y tienden a copiar el comportamiento de sus prójimos y no de los personajes de la tele», sentenció la experta.

Con Shtein coincidió la psicóloga infantil Ekaterina Kashírskaya. «A pesar de la ofensiva contra el tabaco a nivel mundial, sería incorrecto ocultar a los niños la existencia de ese hábito nocivo», dijo a RIA Novosti la experta.

«No creo que haya que recortar de las series las imágenes de los fumadores. Lo que sí hay que hacer es explicar a los niños que fumar es malo, aunque haya gente que por diversas circunstancias lo siga haciendo», explicó.

«La fruta prohibida sabe más dulce», explicó la psicóloga. «El tabaco no debe ser un tema tabú, si no queremos atraer la curiosidad de los menores hacia el hábito de fumar».

La polémica ley entrará en vigor el próximo 1 de septiembre. Hasta entonces, lobos y cocodrilos fumadores corren peligro de extinción en Rusia.