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Bueno no hay que perder el optimismo y la esperanza… Antes debemos hacernos fuertes en el área para tratar de clasificar pero mientras se pierda hasta con Haití no habrá posibilidades. Hemos tenido entrenadores de varios lugares y cierta ayuda pero no ha cuajado sin querer omitir que no siempre ha sido pésimo, no solo por la falta de condiciones sino por otros factores también subjetivos que están presentes porque en Brasil se juega hasta con pelotas de trapo. Es cierto que no es nuestro deporte nacional pero también hay otros países que tienen el nuestro como nacional y tienen excelentes equipos de balompié. La labor debe ser en la cantera infantil pero con calidad; es penosos ver a nuestros niños compitiendo en la Ciudad Deportiva, todos con uniformes y buenos balones, a la manera primitiva: todos pateando el balón como si fuera un bronca tumultuaria y lo que es peor los entrenadores observando e incluso estimulando las habilidades individuales sin ninguna estrategia colectiva. El más habilidoso coge el balón y a guerrillar se dice, de puerta a puerta y contra todas las banderas, así dudo que tengamos buenos atletas. Esto después lo vemos en una escala mayor en los adultos, con falta de dominio, no saben recibir ni parar el balón, los pases son A DÓNDE, el concepto colectivo está siempre asunte, no saben triangular ni verticalizar el balón, en fin que están muy lejos del nivel competitivo que se ven en las copas o en los centroamericanos para bajar bastante el nivel. Ceo que nos falta crítica en este deporte y planes de acción concretos, después veremos… En el plano personal, jugué de niño y joven, defensa central y lateral o medio volante como se decía, y escribí un artículo para el periódico Tribuna hace más de 20 años donde bajo el título Los Directores de Gradería Opinan hacía un análisis del deporte en Cuba, es decir el balompié, y para muy pesar mío puedo cambiarle la fecha y volverlo a publicar porque no veo nada cambiado. ¿Será solamente un problema de talentos?