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Queridos Raúl y amigos de CubaSí: No me refería al Malecón y a los parques, que siempre serán, por fortuna, espacios abiertos a los soñadores con guitarra. Me refería a los dos espacios inaugurados hace más de 10 años por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau: “A guitarra limpia” y “Puntal alto”, que han permitido presentarse y han han grabado decenas de conciertos a jóvenes trovadores, hasta entonces desconocidos, hazaña nunca antes emprendida ni lograda para el rescate de tantas primeras obras, generalmente sin registro. Me refería a las peñas de Fidel Díaz y Vicente Feliú (y otras de otros trovadores que me han dicho que funcionan en distintos lugares). Me refería a los dos programas de televisión dedicados a la trova (uno el que hace Marta Campos y el otro el ICR, no recuerdo el nombre), además del programa de Juan Pín y Jorge Gómez, que bastante espacio que le dedican a la trova. Hasta donde yo sé, no existen antecedentes de tantas actividades dedicadas, sólo en la capital, a una modalidad de la canción cubana que casi siempre se ha caracterizado por ser medio clandestina. Sin embargo no recuerdo haber dicho que todas esas actividades bastaban a la trova sino que esperaba que crecieran. Fraternalmente, Silvio Rodríguez Domínguez, mañana del domingo 22 de abril de 2012.