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Los coleros son muchísimos, pero muchísimos más que esta cifra. Es cierto que la policía ha actuado contra ellos, pero este enfrentamiento ha estado muy pero muy por debajo de lo que requiere la situación actual y este fenómeno de venta de turnos, acaparamiento, y lucro con la reventa de productos se extendió y creció demasiado y ha terminado por hacer mucho daño al pueblo que ya se siente bastante incomodo e indefenso ante esto. A lo de los víveres y aseo se le suman también las traquimañas en las tiendas de electrodomésticos en divisas en los que ademas de coleros hay participación de algunos tenderos y almaceneros en convenio con coleros y revendedores para el acaparamiento de estos equipos que muchas veces son revendidos a precios muy superiores en el mercado informal. Todo esto está mal y no se puede permitir de ninguna manera.. El estado tiene que tomar cartas en este asunto y ponerle fin con medidas ejemplarizantes