Trump y su guerra contra los inmigrantes

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Trump y su guerra contra los inmigrantes
Fecha de publicación: 
8 Febrero 2025
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Soldados del ejército estadounidense escoltan a varios inmigrantes en Guantánamo EFE

La guerra contra los inmigrantes indocumentados de Donald Trump  no es nada nuevo, porque incluso desde la era de Barack Obama se ha mantenido en igual formato, aunque el colorado presidente norteamericano lleve al paroxismo una meta declarada en su campaña electoral y que hoy cumple de diversas formas para mantener las simpatías de su electorado.

Sin importarle los ribetes que ha mantenido con los diferentes mandatarios con inmigrantes en su país, ya Trump envió el primer grupo de los 30 000 inmigrantes planificados al centro de hacinamiento y tortura que mantiene en la base que tiene en el ilegalmente ocupado territorio cubano de Guantánamo, donde aún hay presos que no se les ha hecho juicio durante años y que pueden hacer desaparecer físicamente de un momento a otro, conociendo la calaña de sus verdugos.

Trump envía allí a los que considera peores, aunque su canciller Marco Rubio ya ha sellado un trato al efecto con el presidente Nayib Bukele para que acoja a los peores con antecedentes penales en sus megacárceles salvadoreñas, y que Panamá se convierta en un receptor al respecto de indocumentados de otras naciones.

La llegada a Brasil de indocumentados esposados y maltratados provocó la ira de Lula, así como la de Gustavo Petro, quien cedió posteriormente, no sólo por las amenazas de fuertes aranceles al comercio con Estados Unidos, sino en la promesa de que los colombianos que regresaran al país serían bien tratados por las autoridades norteamericanas.

De una manera u otra ha logrado con amenazas de aranceles y otras diatribas más que no se obstaculicen sus planes de deportación, enviando miles de soldados a la frontera sur con México y que esta nación haga otro tanto, aunque la mandataria Claudia Sheinbaum ha preparado diversos planes con el fin de acoger a los indocumentados de su país y brindarle todo el apoyo humanitario posible, como veremos más adelante.

De acuerdo con cifras oficiales, México recibió más de 190 000 deportados en el 2024. No obstante, el gobierno ha enfatizado que no asumirá el papel de "tercer país seguro" para migrantes de otras nacionalidades, concentrándose exclusivamente en la atención de sus connacionales.

RECUENTO

Durante su campaña presidencial, Donald Trump prometió implementar la mayor operación de deportación masiva en la historia de los Estados Unidos. Tras su llegada a la Casa Blanca por segunda vez, el republicano, junto con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), han puesto en marcha varias iniciativas para deportar cientos de inmigrantes al día.

Aunque Trump señaló que las primeras rondas de deportaciones estarían dirigidas a los inmigrantes “criminales”, algunas redadas han terminado con la detención de muchos con algún permiso o con estatus migratorio regulado.

Por otro lado, la administración actual ha cambiado el discurso respecto a las prioridades de deportaciones, ya que la secretaria de prensa, Karoline Leavitt, dijo en una conferencia que los inmigrantes son automáticamente criminales por el hecho de ingresar al país sin algún permiso, lo que es incorrecto, ya que estar presente en Estados Unidos sin documentación legal no es un delito penal, sino una infracción civil.

ARMA DE DOBLE FILO

El papel de los inmigrantes en Estados Unidos se aprecia en el Producto Interno Bruto (PIB) e impuestos. Sin ellos, los precios subirán drásticamente en el país.

Así lo comenta Sarah Silbiger, mediante Reuters: “Expulsar masivamente a los inmigrantes indocumentados o con algún permiso puede traer fuertes impactos en la economía estadounidense, ya que los migrantes aportan a la fuerza laboral, así como al PIB y pagan impuestos”.

Según un análisis del Pew Research Center del 2022, los inmigrantes indocumentados representan el 4,8% de la fuerza laboral de Estados Unidos (8,3 millones de trabajadores)que es donde cobran notoriedad sus aportes, ya que muchos se desempeñan como trabajadores agrícolas y de la construcción, además de laborar en el área de servicios, como en restaurantes, hoteles, tareas de limpieza. Además, muchos son emprendedores y brindan empleo a más personas.

Por otro lado, a diferencia de los que muchos creen, también apoyan a la economía con el pago de impuestos, además de que millones de inmigrantes en la Unión Americana son consumidores y aportan a la Seguridad Social y Medicare. 

De acuerdo con un informe del Departamento de Seguridad Nacional, publicado en abril del 2024, para inicios del 2022 se estimaba que unos once millones de inmigrantes indocumentados vivían en Estados Unidos.

El Consejo Estadounidense de Inmigración señala que si se llevan a cabo deportaciones masivas, el PIB se reduciría entre un 4,2% y un 6,8%, que equivale a entre 1,1 y 1,7 mil millones de dólares, según un estudio realizado en el 2022.

Específicamente en el sector de la agricultura, Chuck Conner, presidente del Consejo Nacional de Cooperativas Agrícolas y exvicesecretario del Departamento de Agricultura, dijo a CNN que al quitar a los inmigrantes trabajadores, no habrá producción. Por lo tanto, sin fuerza laboral, habrá menos comida y los precios subirán. “Solo hay una forma en la que se moverán los precios: van a subir dramáticamente”, señaló.

EL PLAN DE CLAUDIA

Ante las deportaciones masivas en Estados Unidos, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum,  ha elaborado un plan para proteger a los mexicanos, y a la vez reducir las tensiones económicas y políticas que podrían surgir a raíz de estas posibles deportaciones.

La estrategia contempla acciones legales, tecnológicas y de cooperación internacional, diseñadas para asegurar la protección y los derechos de los connacionales. Con más de cinco millones de mexicanos en situación irregular en Estados Unidos, el gobierno busca abordar de forma proactiva los retos que plantea esta crisis migratoria.

La administración de Sheinbaum ha implementado herramientas tecnológicas y reforzado los servicios consulares para brindar protección a los mexicanos que puedan enfrentar procesos de deportación. Una de las iniciativas más destacadas es la aplicación "Botón de Alerta", creada para apoyar a los detenidos en Estados Unidos.

Esta herramienta, operativa las 24 horas, permite a los usuarios contactar con el consulado más cercano o con especialistas de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Al mismo tiempo, los consulados mexicanos en Estados Unidos han reforzado su capacidad, incorporando a 2 610 abogados y 469 bufetes jurídicos para brindar asesoría a los migrantes.

El secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, ha realizado visitas a diversos estados fronterizos, fortaleciendo acuerdos de cooperación con las autoridades locales para asegurar el respeto a los derechos humanos de los migrantes.

Ante la posibilidad de deportaciones masivas, el gobierno mexicano ha diseñado una red de apoyo para asistir a los ciudadanos afectados. Se han establecido albergues en ciudades fronterizas y se han desarrollado planes para brindar acceso a servicios de salud, educación y empleo a quienes regresen al país.

En su más reciente conversación con Trump, Claudia le informó acerca del tráfico de armas de alto calibre que salen de territorio estadounidense y pasan de manera irregular al lado mexicano, donde cae en manos de organizaciones narcocriminales.

"Él no está muy informado", dijo Sheinbaum con respecto al tema del tráfico de armas desde EE.UU. hacia México, una cuestión que consideró "muy importante" para ambos países, especialmente porque atacar ese flagelo ayudaría a disminuir la violencia armada en suelo mexicano.

La mandataria le detalló a Trump que las organizaciones delictivas mexicanas vinculadas al narco poseían hasta lanzacohetes, y que estos dispositivos se traficaron a su país desde territorio estadounidense. "¿Cómo es que estas armas de alto poder pasan de EE.UU. a México?", cuestionó ella.

En ese sentido, ambos presidentes acordaron comenzar a trabajar para abordar la seguridad fronteriza, no solo en lo referente a las armas, sino también para detener el tráfico de drogas, "particularmente del fentanilo".

"Nosotros, por razones humanitarias, tenemos que ayudar a EE.UU. a evitar esta crisis de consumo de fentanilo que tienen y que está llevando a muertes por sobredosis", expresó la mandataria, quien agregó que del lado estadounidense, "por primera vez" el gobierno de ese país se compromete "a trabajar conjuntamente para evitar que las armas de alto poder entren a México".

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