¿Creer en Trump?
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Donald Trump, el tercer día de la convención republicana. (Reuters/Callaghan O'hare)
Por supuesto, los cubanos de esta Isla creemos en las palabras del candidato presidencial republicano Donald Trump de que mantendrá, y aumentará, la política de bloqueo contra la Mayor de las Antillas hasta que libere a los delincuentes que califica de presos políticos, llame a elecciones libres, cuando en EE.UU. él cuestiona resultados anteriores -obedientes a intereses tarifarios-; y deje de exportar la revolución, por lo que al final de su mandato la incluyó en esa injusta lista de países patrocinadores del terrorismo.
Claro que creemos en lo que dice el colorado personaje, quien vive en Florida rodeado de sus amigos gusanos, mientras aprovecha hasta el límite de lo farandulesco el fallido atentado que le costó una pequeña parte de su oreja derecha, logrando un enorme apoyo de su partido y aumentando su ventaja sobre el senil presidente Joe Biden, quien el pasado fin de semana mantuvo su confusión, al olvidar el nombre de su Ministro de Defensa, a quien llamó “este hombre negro” y terminó por cederle la candidatura del Partido Demócrata a su vice, Kamala Harris.
En el cónclave donde fue impuesto como el candidato presidencial, Trump dejó al ambicioso Marco Rubio fuera de la aspiración a la vicepresidencia, eligió a uno más idóneo y pronunció un discurso que mantuvo llorosos durante 28 minutos los ojos de los presentes, pero que en los 62 siguientes estuvieron cerrados.
PROMESAS
Si finalmente Trump regresa a la Casa Blanca, ya ha dejado ver cómo será su programa durante el próximo mandato. Estas son sus principales promesas, muchas de las cuales han sido plasmadas en el programa electoral aprobado durante la Convención Nacional Republicana de Milwaukee.
El republicano, quien ganó en el 2016 con el proyecto de construir un muro fronterizo, promete la mayor deportación de migrantes en la historia de Estados Unidos, donde viven más de 10 millones de personas en situación irregular.
Trump asegura que frenará la “invasión” de migrantes, reinstalará su programa “Quédate en México”, que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar su trámite desde el lado mexicano de la frontera, y vetará de nuevo la entrada a personas de varios países musulmanes. En una entrevista con la revista Time, abrió la puerta a construir campos de detención de migrantes y a desplegar el Ejército para perseguir indocumentados.
Bajo su lema “Hagamos Estados Unidos grande otra vez”, quiere impulsar una política proteccionista que aplique aranceles a todos los productos que importe el país. Asegura que levantará las políticas que promueven la fabricación de vehículos eléctricos en Estados Unidos y que frenará la importación de coches provenientes de China, país con el que pretende intensificar la guerra comercial.
Si vuelve al poder, promete también que aumentará la producción de petróleo y de gas para reducir los precios de la energía y que llevará a cabo el mayor recorte de impuestos de la historia.
Trump asegura que pondría fin rápidamente a la guerra de Ucrania. Amenaza además con cortar la ayuda a Kiev si los aliados europeos de la OTAN no aumentan su gasto militar. El expresidente ha prometido defender a Israel y, en el debate de junio con el demócrata Joe Biden, no se comprometió con la creación de un Estado para los palestinos. Quiere también catalogar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas y utilizar el Ejército para combatirlos.
Trump dice que ordenará al Departamento de Justicia perseguir a Biden, a quien acusa sin pruebas de haber orquestado una “caza de brujas” en su contra por los casos que el republicano tiene en los tribunales. Quiere despedir a miles de funcionarios de carrera para desmantelar lo que llama el “Estado profundo” y recortar la independencia de las agencias federales para concentrar el poder en la Presidencia.
El republicano, quien se negó en el 2020 a aceptar su derrota electoral y está acusado de haber instigado el asalto al Capitolio de enero del 2021, asegura que solo aceptará los resultados de noviembre si son “honestos”.
Trump defiende que cada estado del país debe ser libre para regular el acceso al aborto, después de que la mayoría conservadora del Tribunal Supremo, con tres jueces nombrados por el propio republicano, tumbara en el 2022 el derecho federal a esa práctica. El magnate neoyorquino ha descartado imponer un veto nacional al aborto, aunque la facción más radical del partido se lo pide.
Finalmente, quiere cortar los fondos públicos a los colegios en los que se hable de identidad de género y prohibir a las mujeres trans (a las que llama hombres) participar en competiciones deportivas femeninas.












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