Alejandro Falcón: La música en el piano y en el corazón
especiales
Desde que, hace un par de años, Cubasí comenzó a publicar entrevistas a noveles jazzistas cubanos, cada capítulo que sumamos a la serie nos enriquece más a nosotros mismos.
Quizás fue la cercanía de edad y la pasión por el jazz que comparto con esos jóvenes y talentosísimos músicos el motivo inicial; pero lo cierto es que después de haber reunido varios de sus testimonios, el conocer parte de sus vidas, sus aspiraciones y sus sentimientos hacia su trabajo, lejos de conformarme, provoca en mí aun más curiosidad interés por la obra que ellos están ya legando a la cultura cubana.
Alejandro Falcón es uno de estos artistas que ha dedicado buena parte de su carrera al jazz y que en pocos años ha encontrado su lugar en el movimiento de jóvenes músicos cubanos.
Tuviste durante tu formación la tutela de grandes músicos cubanos como Harold Gramatges, Guido López-Gavilán, Juan Piñera y Roberto Varela. ¿Cuánto influyó eso en tu carrera? ¿Qué aprendiste de cada uno?
Fui alumno del ISA en el perfil de composición y fue una etapa muy importante en mi carrera. Allí terminé mis estudios y mi formación como estudiante. Ser alumno de Roberto Valera fue muy importante para mí, con él aprendí muchísimo.
Tuve la oportunidad de ser alumno del maestro Harold en audiciones analíticas en el ISA. Fue una enseñanza escuchar sus palabras en un momento de su vida, en el cual nos transmitió muchas experiencias de su obra. Lo mismo fue con el maestro Juan Piñera y Guido.
Estudiar composición fue muy importante para mí, además me abrió un diapasón en la música más amplio, no solo como pianista, que ya lo había estudiado en la ENA. La composición me hizo encontrarme a mí mismo y desarrollarme en la orquestación como arreglista.
En diversas ocasiones te has unido a importantes orquestas populares como la de Paulito FG, Habana de Primera y Maraca (esta última se dedica más al jazz). Para los jazzistas cubanos es casi un recorrido habitual asociarse a grupos salseros. Desde tu experiencia personal, ¿por qué crees que sucede esto recurrentemente? ¿Cuánto aporta esto al desenvolvimiento de un pianista de jazz?
Bueno en el año 2002 obtuve el premio especial del jurado en el festival JOJAZZ como intérprete, ese concurso me abrió muchas puertas. En ese momento me llamaron para integrar la Orquesta de Paulo FG y su Élite, con la cual aprendí muchísimo y realicé mis primeras giras internacionales. Compartí escenario con El Gran Combo de Puerto Rico, La India, conocí a Mark Anthony en las Bahamas.
Después, estando en primer año del ISA comencé con La Orquesta de Maraca y Otra Visión, donde continúe mi formación en el jazz y la música cubana en general. Ya en el 2009 inicié mi carrera en solitario y fundé mi cuarteto de jazz Alejandro Falcón y Cubadentro, y además seguí mi carrera en solitario haciendo suplencias en Habana de Primera, fui pianista y director musical de la banda de Waldo Mendoza, trabajé con Polito Ibáñez, Raúl Paz, Leo Vera, Bárbara Llanes, Jorge Reyes, y con este último me mantengo como mano derecha en su quinteto.
Cuba es un país con una cultura musical enorme, con mucha influencia de la música norteamericana. Hay muchas similitudes entre el jazz y los ritmos cubanos, además de la improvisación en ambos. Es por eso que me considero un músico cubano ante todo, no me gusta que siempre me digan jazzista, solo me considero un músico cubano del siglo XXI. Todo músico cubano debe estudiar la raíz de nuestra música, es por eso que no es extraño ver músicos que se dediquen a tocar el jazz y la música popular a la vez.
La música cubana tiene una influencia africana muy fuerte, sobre todo en la percusión, y es muy importante para un pianista de jazz dominar los géneros, estilos y formas de tocar, lo mismo en el blues que en el son. El jazz tiene una riqueza armónica que ayuda mucho al músico a desarrollar el virtuosismo y la música cubana es muy rítmica.
Has compartido escenarios con grandes cubanos como Chucho Valdés, Omara y Pablo y con extranjeros como Oscar de León, Gal Costa, Marcus Miller… ¿Qué es lo que más disfrutas de estos momentos en que puedes tocar con ellos y qué es lo que más te interesa de su música, de forma general?
Tener el placer de tocar con músicos que uno siempre idealizó es muy importante, porque no es lo mismo ver a alguien desde lejos en la TV que estar ahí con él. También se aprende muchísimo compartiendo el escenario porque una cosa es la escuela y otra es la calle. El artista tiene que tocar, enfrentarse al público día a día y mientras más pasen los años, crearse nuevas metas y exigirse más como músico. Cuando ves a los grandes aprendes que no te alcanza la vida para estudiar la música, solo así algún día podrás ser como ellos.
Eres uno de los premios JoJazz. ¿Tienes ya tu disco con Colibrí? Háblanos de eso, cómo te fue la grabación…
En 2010 grabé mi primer CD con Colibrí, se llama Claroscuro y debe salir este año. Tiene 8 temas de mi autoría, el segundo es un danzón que se titula Danzando entre puentes, en el cual está invitado Mayito Rivera y el maestro Germán Velazco en el saxo soprano. A este número le hicimos un video clip que ya salió en Lucas y en Piso 6. Fuimos a Matanzas, mi tierra natal, y grabamos allá con los amigos de la Casa del Danzón. Este clip está en Internet y ha tenido mucho éxito, sobre todo en México, porque es un danzón muy moderno, con influencias del jazz, el son, la timba etc.
También en el disco hay una versión que hice de Las alturas de Simpson, otra versión de Longina, en la que está invitado Waldo Mendoza y Omara Portuondo, y en el saxo alto, Cesar López. Hay una versión de La Malagueña de Ernesto Lecuona junto con Alexander Abreu y Orlando Sánchez. Hasta ahora el disco se está radiando y he hecho varios programas de TV en los que hemos tenido éxito.
¿Qué opinión tienes del trabajo que hace Colibrí con esa colección? La disquera abrió ese segmento por la riqueza musical que los jóvenes jazzistas están aportando a Cuba. ¿Crees que existen diferencias palpables entre el jazz que hacen los de tu generación y lo que escriben y tocan otros jazzistas cubanos consagrados? ¿Dónde crees que radica lo novedoso de la música que ustedes hacen?
Esa colección es muy importante porque por primera vez en la historia de la música cubana ha quedado plasmada la música de toda una generación de jóvenes jazzistas, que ya somos muchos, como Ernesto Vega, Harold López- Nussa, Michel Herrera etc.
En octubre grabaré mi segundo álbum, también con Colibrí, será de danzones para orquesta de cámara, Jazz band, trío de jazz, diferentes formatos. Trataré de darle al danzón un desarrollo más amplio y contemporáneo. La generación nuestra tiene muchas influencias, como es lógico. Cada vez hay más información en el mundo y las nuevas generaciones tendrán mucho más acceso a esta, pero lo que nunca se puede perder es la raíz.
Entraste al ISA por composición, ¿qué particularidades te interesa que tenga la música que tú haces? ¿Qué se siente cuando otro interpreta tu música y viceversa?
Mi música siempre está vinculada a mis raíces, tengo ya escritas muchas obras para diferentes formatos de cámara y otros. En las escuelas algunos alumnos tocan mis danzas para piano, obras para saxofón, clarinete, piano y flauta, etc.
En el 2009 La Orquesta Sinfónica Nacional interpretó mi Obra Raíces Profundas de mi Monte Espiritual, dirigida por mi maestro Roberto Valera en el Festival de Música Contemporánea de La Habana.
Esta obra fue escrita con los toques Bantú de Matanzas. Yo hice un estudio de la música de esta cultura y transporté los toques y cantos de prenda a la Orquesta Sinfónica pues me interesa llevar la música cubana a otras sonoridades.
Háblanos del proyecto que tienes con Luna, cuáles son tus ideas, qué cosas quieres lograr
Este proyecto, del cual soy el director musical, es una idea de Enrique Carballea, nuestro productor. Acabamos de grabar un DVD con 5 temas promocionales con la EGREM.
El 30 de agosto dedicaremos el concierto de Luna Manzanares al 50 aniversario de los Beatles, pues el proyecto se llama The Beatles Spirit and other sounds. Tocamos la música de ellos, con influencias del jazz el reggae, el soul, etc.
También hacemos temas de jazz, de Adele, Amy Winehouse, y bueno, solo estamos aprendiendo de las sonoridades más modernas y actuales y recreándolas de una manera muy personal. Hasta ahora el proyecto ha funcionado muy bien en el público cubano.
En una entrevista reciente que publicamos de Ernán López-Nussa, él nos decía que ha sido muy difícil llevar con dignidad la escuela cubana de piano, aunque Cuba tenía mucho talento en sus músicos. ¿Qué crees que se pudiera mejorar en este sentido, qué podrías agregar a esto?
Cuba tiene una escuela de piano desde el siglo XIX, son muchos los pianistas que han aportado a la cultura cubana, solo pienso que en las escuelas se debería enfatizar más en que los nuevos pianistas aprendan a tocar nuestra música popular, pero de lo que sí estoy seguro es de que nunca se acabarán los pianistas, porque nosotros los cubanos llevamos la música y el piano en el corazón.
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GUILLERMO ENRIQUE OCAMPO CAMPOS
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