¡Con filo… acerado!
especiales
Dos veces a la semana, martes y jueves y siempre antes de la novela, como aseveran sus propios conductores, aparece en la pantalla chica del canal que va por todos Con filo, una acertada entrega televisiva con temas actuales y muy bien llevados por su colectivo.
Con lenguaje directo, claro, por momentos mordaz cuando se requiere para algunos abordajes, Con filo incluye en su agenda los hechos del momento en su lucha abierta contra las manipulaciones y la guerra mediática en las redes sociales, en los que el tema Cuba centra la atención.
Por 15 minutos, su dinamismo atrae a los televidentes ávidos de ver cómo en cada emisión —la de este martes fue la número 71— sus protagonistas son capaces de nadar —y nadar bien— en el análisis de acontecimientos que justifican la necesidad de que la comunicación esté priorizada en la agenda política.
Sus objetivos y valientes comentarios han hecho que los enemigos de la Isla se la hayan tomado muy en serio contra el programa y enfilado en su dirección los cañones, falsedades por medio y afirmaciones tergiversadas sin sustancia alguna.
«Somos diana —se refiere a todo el país— de un bombardeo mediático inmisericorde», ha denunciado más de una vez Michel Torres Corona, una de sus voces habituales, junto a Gabriela Fernández Álvarez y Ana Álvarez Guerrero.
Me interesa el espacio como espectadora y colega por sus materiales, las bien llevadas secciones, la diversidad de fuentes, la inclusión de los memes y de los contenidos contrastados de las mismas redes sociales, cuyas mentiras ponen al descubierto con diversidad de informaciones y testimonios no solo de la nación, sino también de allende los mares, dejando mal parados a sus patrocinadores foráneos e internos.
Así se dieron los casos, por solo mencionar algunos, como dejaron al desnudo los infundios acerca de los juicios a los implicados en los sucesos —nada pacíficos, como decían los enemigos— del 11 y 12 de julio pasado; y las operaciones subversivas orquestadas desde Miami con las etiquetas Patria y Vida (nos quisieron robar un símbolo), y sosCuba.
Pusieron entonces, como siempre, en jaque a la contrarrevolución y sus mentores, proveedores de ideas malsanas y, eso sí, de mucha plata para los sedientos sin alma.
Es más, mucho más que un programa periodístico certero, porque llama a las cosas por su nombre. Reconocen las dificultades (muchas) al interior: escasez de abastecimientos, ausencia de medicamentos, la disyuntiva entre largas colas o pagar precios excesivos por alimentos y productos de primera necesidad, y un transporte deprimido; sin embargo, siempre precisan que este país nos pertenece y no se renuncia al proceso revolucionario.
Sus presentadores reconocen que no vivimos en una sociedad perfecta, mas sí perfectible, aun en medio de un recrudecido bloqueo imperial, que sin ambages EE.UU. admite que la aspiración es asfixiarnos, pero, para no variar, le seguiremos llevando la contraria.
En cada aparición, como en la del 12 de abril, Michel, Ana y Gabriela buscaron, como lo indica su eslogan, «rasgar la costura de la manipulación mediática». Entonces se habló con claridad meridiana del maltrato animal, a propósito de lo sucedido en el rodeo de la XXIII versión de la Feria Internacional Agroindustrial Alimentaria Fiagrop 2022.
Error que dio munición a los perversos para atacar nuevamente a la mayor de las Antillas, afirmó Michel, quien significó, además, que «no solo criticamos a los malos, a los del Norte, sino que también somos autocríticos».
Con sus pulovitos cómicos y los encuentros de los últimos viernes de cada mes en la Casa de la Amistad, con entrada libre, Con filo ha logrado abrirse más allá de sus propios minutos al aire a un horizonte definitivamente más abarcador.
Esta propuesta mancomunada entre Cubadebate, La Pupila Insomne y el ICRT es incisiva como lo exigen los tiempos que corren, por eso su acertado apelativo, al que le agregué el justificado adjetivo de acerado. Bien lo merecen.
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Comentarios
ALBERTO PEREZ RIOS.
IREY
iKITARO
un cubano más
Ihosvany Martin Sanabria
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