Gracias, Presidente

“… Sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo…”  había escrito el Che a Fidel en su carta de despedida antes de llevar su vocación internacionalista a otras tierras del mundo.

Con aquella frase se refería a la preclara conducta de Fidel durante aquel tenso octubre de 1962, cuando el mundo estuvo al borde de una hecatombe nuclear.
 
Ahora, 59 años después, también en octubre, y cuando el mundo está de nuevo al borde de una hecatombe, esta vez causada por la Pandemia de la Covid-19, aquellas palabras del Che Guevara bien que podrían volver a resonar con ecos renovados, esta vez referidas al actuar del actual mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Con un “Gracias Cuba, siempre será un honor estar a tu servicio, Patria amada”, concluyó el mandatario cubano, visiblemente emocionado, su intervención en la clausura del V período ordinario de sesiones del Parlamento en su IX legislatura.

A ese sentido agradecimiento al pueblo cubano, para el que pidió un aplauso de los diputados como tributo especial a la comprensión y participación de los cubanos en estos meses difíciles de Pandemia, habría que reciprocar con un “Gracias, Presidente”.

Porque pocos estadistas han brillado tan alto –glosando también al Che- en estos tiempos oscuros de Pandemia,  siempre con su compromiso de servidor público como brújula principal,  siempre convencido de que en el pueblo está su mayor aliado.

Se le ha visto día tras día encabezando las reuniones del Grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus, intercambiando con científicos de las más diversas disciplinas para sabiamente potenciar la Ciencia como puntal del quehacer gubernamental, en constante contacto con los gobernadores y otras principales figuras de las provincias y municipios…

Y en los últimos tiempos, de nuevo otra vez en sus recorridos gubernamentales, donde el intercambio con el pueblo no falta porque está convencido, como lo estaba Fidel, de que a él se debe.

Por eso, por su conducción desde el compromiso y apego a las raíces, por su humildad y atenta escucha a quienes más saben, por su respeto a este pueblo, que sabe suma de individualidades llenas de potencialidades, por ayudarnos a transitar esta Pandemia con mayor ventura que muchos otros países, por su coherencia con el legado de nuestra historia y sus líderes, por defender cada segundo la soberanía de nuestra “Patria amada”, ¡Gracias, Presidente!