Denys Ramos vive personajes al límite de las emociones

Dos nombres imprescindibles de la escena cubana, Humberto Rodríguez y luego el inmenso Adolfo Llauradó, fueron importantes referentes para Denys Ramos, joven actor que para bien del teatro, la televisión y el cine cubanos sorprende desde la más absoluta autenticidad.

A veces marginal, otras como joven decidido a cambiar su futuro, a partir de una infancia carente de afecto filial o el excelente padre enfrentado la responsabilidad de la paternidad y reponiéndose de la muerte de su esposa, son algunos roles por los que ha transitado Denys, multiplicado en personajes inolvidables. Baste recordar al Shiralta, en la telenovela Aquí estamos, o el teniente Eduardo Solana, en la versión del cuento El desertor.

Siguiendo el rumbo de personajes contradictorios, cargando conflictos que apuntan a vivir el límite de las emociones, Denys logra crecerse dejando tras de sí un sabor dulce, coherente, en cada vida que encarna, a pesar de lo amargo que le toque “vivir”. Aunque parece un actor ya experimentado, ciertamente es muy joven, y tal vez sea la razón por la cual al preguntarle el momento de su carrera en que cree hallarse, se sorprende con la interrogante y confiesa no habérselo preguntado nunca.

“Sencillamente estoy en un momento de aprendizaje y disfrute de cuanto rol tengo la oportunidad de hacer. Realmente llevo la vida y disfruto mi carrera día a día. Cada personaje me da la posibilidad de pasarla bien y eso es ya muy bueno. Claro, en esa relación aprendizaje-disfrute tengo personajes muy queridos, como el cartero de Neruda, mi primer protagónico en el teatro, también el espantapájaros en El mago de Oz, una versión de Abelardo Estornino.

“Trabajé en varias obras de Shakespeare que me resultaron muy placenteras, pero, sin dudas, en la televisión el personaje de Shiralta es uno de los que más me ha marcado con el público, y ha tenido mucho que ver con mi vida y mi forma de ver el mundo en ocasiones; igualmente el cabo interino, mi primer personaje de corte humorístico. También han sido importantes el Pavel en la serie De amores y esperanzas, el Cristóbal en Lucha contra bandidos, con el que aprendí muchos aspectos de la vida y, llegado el punto, no puedo dejar de mencionar a Ahmed en Historias de fuego, mi primer trabajo profesional en la televisión”.

Y con algunos de estos personajes aún en la memoria llega Denys Ramos a la actual telenovela El rostro de los días: “En esta novela soy Fabián, un personaje muy bonito, que trae una serie de mensajes importantes en cualquier circunstancia o época. Mi mayor desafío a la hora de interpretarlo fue actuar con un bebé. Es difícil, porque su seguridad está en las manos de uno, y eso requiere mucha concentración para improvisar en dependencia de lo que él decida hacer en escena.

“Por otra parte, asumí a Fabián a la par de un espectáculo donde por primera vez asumía un monólogo en el escenario y, aunque estaba acompañado de dos actores, el peso del texto era totalmente mío; así que a Fabián lo recordaré por esa casual unión de que hayan confluido en el tiempo dos experiencias únicas y especialmente importantes”.

Esas experiencias siguen afirmando la amplitud de posibilidades actorales que posee este joven, siempre ávido de incorporar nuevas esencias humanas, por eso confirma: “Creo que no hay personaje que no interpretaría, no tengo reparos en asumir cualquiera que sea. Lo que no me gustaría interpretar uno que no tenga algo que decir, por supuesto, no me refiero a la palabra en sí, sino a que no aporte algún mensaje, pues puede haber un personaje que no hable en toda una historia y sí comunique una serie de significados, de eso se trata.

“Para asumir cualquier reto actoral hay que prepararse, porque de alguna manera todos los actores lo somos de carácter, y la preparación para cada rol es diferente, si no fuese así, creo que resultaría muy aburrido. En mi caso, a veces me he enfrentado a personajes como el mismo Shiralta, o el Lester de (la serie) Zoológico, así como a algunos roles en el teatro que me han exigido una preparación física importante, como aumentar o perder masa muscular, o simplemente estar más ágil.

“Por otra parte, la profesión exige otra preparación, muy agotadora, por cierto, que es la interna, y no es más que saber cómo uno cree que piensa, gesticula, habla, siente o camina un personaje. En ese sentido, cada vez que me enfrento a un nuevo rol me adentro en cuáles son sus sentimientos, inquietudes, deseos, intenciones, necesidades del personaje. A partir de ahí voy desarrollando toda esa gama de colores que uno quiere mostrar. Así es que concibo el proceso de creación de un personaje dentro de mí, y por eso siempre necesito buscar formas diferentes para incorporarlos”.

Disfrutando de su actual Fabián, hay otros proyectos confirmados que esperan de la normalidad de los días para poder ser ejecutados, pero hay uno que afortunadamente tiene nombre y sobre él comenta Denys. “Ya adelanto que me desempeño en un personaje muy interesante dentro de la novela Tú, que dirige Lester Hamlet, lo estoy disfrutando muchísimo. Esta novela está escrita por Amílcar Salatti y Yoel Infante, agradezco sobremanera que hayan concebido un personaje como este que tengo que encarar”.

Y con ese adelanto se despide Denys Ramos de los amigos del Portal de la Televisión Cubana, no sin antes saludar a todas esas chicas embarazadas y madres, también a los chicos que han creado un grupo en WhatsApp, a raíz de la transmisión de la telenovela El rostro de los días.

“Todos los actores estamos muy agradecidos por el apoyo que nos están brindando, cada palabra de halago nos ha sido de gran ayuda para este y para venideros desafíos de trabajo. Y, por supuesto, con este agradecimiento también va mi recomendación a todos los cubanos de mantener la calma, permanecer disciplinados, porque este tiempo difícil de la pandemia pasará y pronto estaremos más cerca todos”.