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Esta descentralización de un grupo de precios minoristas en pesos cubanos (CUP) para productos que se comercializan por cadenas de tiendas y entidades afines es, en condiciones normales, es una medida necesaria dentro de la descentralización de facultades hacia el sistema empresarial, buscando su independencia. Vislumbro su utilidad en permitir la reducción de precios de productos museo, esos que han estado demasiados años en anaqueles, por deficiente correlación precio / calidad / atractivilidad, que siguen provocando enormes costos de almacenamiento, algo que apenas se menciona, y buscando alternativas de comercialización. Ahora bien, el pretender que estos ¨directivos¨ se basen en una evaluación integral de los costos y gastos con criterio de racionalidad y eficiencia, es una quimera. La gran mayoría, si no todos, se cobijarán bajo la sombrilla de la superinflación, la imperiosa y exigida a todos los niveles necesidad de obtener utilidades, y los único que se les ocurrirá es subir todos los precios que puedan, en fin, lo único que se logrará es aportarle muchos más puntos a la superinflación.