Resume ministro de salud primeros dos años de enfrentamiento a la COVID-19 en Cuba

Al cumplirse dos años de la confirmación en Cuba de los tres primeros pacientes positivos en SARS-CoV-2, coronavirus causante de la COVID-19, el ministro cubano de Salud Pública, José Ángel Portal, resumió hoy el enfrentamiento del país a la pandemia.

   Tuvimos un primer año difícil -de aciertos y desaciertos ante el desconocimiento del virus-, en el cual perfeccionamos protocolos de prevención y atención, pensando siempre en la salud de nuestro pueblo, expresó Portal, según información publicada en el sitio web del Ministerio de Salud Pública (Minsap).

   Bajo el título "No pensemos solo en el presente, es responsabilidad de cada uno de nosotros pensar en el mañana", el ministro apuntó que la voluntad política del Gobierno, junto al quehacer incansable de todo un país, posibilitaron minimizar en 2020 los daños del SARS-CoV-2, y contener su transmisión en unos pocos meses.

   No obstante, recordó, el comportamiento de la enfermedad en el mundo y la aparición de nuevas variantes del virus ocasionaron en la nación antillana un repunte de casos a finales del 2020, que llevó a un ascenso acelerado de contagios en el 2021 y mantuvo en jaque al sistema sanitario cubano durante casi todo ese año.

   Precisó que en 2021, agosto marcó las peores cifras, con nueve mil 907 nuevos contagios el día 23, 50 mil 930 enfermos ingresados el 24, y la mayor cantidad de fallecidos para una sola jornada: 98.

   Durante esos meses, el país tuvo que crear nuevas capacidades de hospitalización, ante el gran aumento de pacientes que multiplicó los desafíos para el Sistema de Salud Pública.

   La avería que sufrió la principal planta productora de oxígeno de Cuba sumó tensiones a una escenario epidemiológico ya de por sí muy complicado, señaló el ministro.

   En el texto, destacó el esfuerzo y la sabiduría de muchos, que permitió superar esos difíciles meses y comenzar a vivir en octubre una situación epidemiológica más favorable.

   Los últimos dos años han estado, inevitablemente, marcados por el dolor de muchas pérdidas, y eso la familia cubana no podrá olvidarlo jamás, sostuvo.

   Asimismo, resaltó el quehacer de la máxima dirección del Gobierno, los organismos, las organizaciones de masas, las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, así como el esfuerzo de los trabajadores de la Salud en los barrios y las instituciones médicas, el papel de los científicos, el apoyo de los jóvenes, y de todo el pueblo.

   Subrayó que en medio del enfrentamiento a una de las más terribles epidemias vividas por la humanidad, y con muchísimas limitaciones de diversa índole en Cuba, se logró desarrollar cinco candidatos vacunales, tres de los cuales se convirtieron en vacunas y otros dos continúan su desarrollo.

   De gigantesco calificó el esfuerzo del sector de la salud para poner en marcha con éxito la mayor campaña de inmunización asumida por el país, que hasta este 9 de marzo había permitido que el 95,1 por ciento (%) de la población vacunable completara su esquema, y el 73 % tenga su dosis de refuerzo.

   La vacunación, precisamente, ha sido clave para lograr que menos personas lleguen a las unidades de cuidados intensivos y fallezcan, ante el nuevo pico de la epidemia ocasionado por la variante ómicron del virus, enfatizó Portal.

   A pesar del tiempo transcurrido, para los profesionales de la salud sigue siendo todo un reto el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los pacientes; y aún son diversas las interrogantes que persisten acerca de la COVID-19 y sus verdaderos efectos, afirmó.

   El comportamiento del virus ha demostrado que todos somos sensibles a su contagio, alertó, y no podemos darnos el lujo de dejar solo en manos de la ciencia el desafío de controlar la enfermedad.

   Apuntó que tras dos años de ser confirmados los primeros pacientes en Cuba, el SARS-CoV-2 ha ocasionado la muerte a ocho mil 503 personas y se han diagnosticado un millón 75 mil 616 casos.

   También, se refirió a la necesidad de aprender a convivir con los riesgos que implica la COVID-19, y al desafío de mantener el funcionamiento de las principales actividades económicas y de servicios en el país.

   No pensemos solo en el presente, es responsabilidad de cada uno de nosotros pensar en el mañana, que es pensar en el futuro del país. La COVID-19 nos ha dejado muchas lecciones, hagamos uso de ellas con inteligencia, concluyó.