Playa Coral, reforestación de los fondos marinos

Las playas en Cuba son un divino tesoro. Las que se hayan en nuestro archipiélago a lo largo de toda la costa norte son tan increíbles como las de las fotos de nuestros destinos turísticos que parecieran los tonos azulados del agua editados en el Photoshop.

Desde que caminas por Varadero, dejando atrás la avenida Playa, la arena blanca empieza a adentrarte en la aventura. Como un talco, o maicena de lo fina y blanca que es. Y al cruzar los puentes de madera, las dunas te dan la bienvenida al paraíso.

Agua azulada, tan transparente como si fuera artificial. Cuando hay sol bueno apenas la espuma dibuja las olas. La calma, lo cálido de la temperatura del agua. El cielo azul en su máximo esplendor. No hay quien resista disfrutar de una experiencia tan especial.

Sin embargo, todo un mundo subacuático vive entre colores, formas y animales desconocidos para los bañistas, sumergido en tantos arrecifes preciosos pudiéramos imaginar. Así es el caso de playa Coral, entrando por la antigua carretera que conectaba Matanzas con Varadero.

Hace tan solo tres años, en un tour de snorkeling era doloroso presenciar todo un fondo gris, ausente de vida, corales opacos y escasez de peces. Los organismos tropicales a la misma vez que deterioran la vida terrestre, hacen mucho daño en las profundidades.

La fuerza y bravía del mar en pleno ciclón o tormenta tropical nadie es capaz de imaginar lo hostil que llega a ser con la agitación de las olas que arrastran rocas enormes y destruyen a su paso todo un hábitat de disímiles especies, un ecosistema perfecto.

Foto: Luis Muiño / Tomada de CubaPlus

Hoy día el escenario ha cambiado drásticamente, pero para bien. La Tarea Vida, una iniciativa del gobierno cubano de conjunto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente para contrarrestar los efectos del cambio climático, ha hecho milagros.

Allí se encuentran jóvenes amantes de la naturaleza y lo fondos marinos, buceadores y expertos en el tema para mitigar las consecuencias de los eventos meteorológicos y la pesca no controlado del hombre, que trajo consigo un espacio en peligro y que actualmente es un área protegida.

El resultado, a poco tiempo de iniciarse esta labor tan humana, ha hecho que toda una paleta cromática cálida recobre vida en corales rojos, amarillos, carmelitas. Peces azules y amarrillos, de diferentes tipos, te acompañen durante toda la excursión de más de 30 minutos.

Asimismo, el guía – buzo es quien lidera la caminata acuática en busca de algo extraordinario que va de la mano del hombre, pero a favor de la naturaleza. ¿Quién imaginaría fuera posible el cultivo bajo agua? El cultivo de corales es el gran tesoro de playa Coral.

Grandes árboles diseñados con tuberías plásticas se aprecian en sus fondos. Figuras atípicas del fondo marino, empero, sobre ellos, pequeños corales cuelgan y van creciendo poco a poco para después sembrarlos en el sustrato y lleguen a adultos como sus antecesores.

Playa Coral y Tarea Vida, ejemplos de que el hombre sí puede revertir sus males hacia el medio ambiente, que la estrategia ha sido efectiva para la preservación de los fondos marinos y que siempre que haya una buena y planificada intención, se pueden alcanzar resultados satisfactorios que posibiliten un mejor futuro para toda la vida en el Planeta Tierra.