Mascarillas: protección y seducción
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Foto: El Comercio
El tema de las mascarillas ha pasado en dos años y poco más de pandemia por necesidad y moda, con las elaboradas en casa, las quirúrgicas y los modelos fabricados por marcas caras, y por críticas absurdas que estimulan su desuso alegando que como no son efectivas para detener la entrada del virus por las vías nasales, su uso es en vano, cuando bien se sabe y ha demostrado que si no fuera por estas los positivos fueran por dos o tres a la cifra actual.
Los nasobucos también han sido motivo de huelgas y manifestaciones violentas, dado que autoridades gubernamentales en momentos específicos de rebrote han exigido a sus ciudadanos su uso obligatorio en locaciones públicas, cerradas, de grandes aglomeraciones, y sus residentes se han negado a ello. Han sido protagonista de todo el show anticovid-19 a nivel global, aunque ni remotamente a los pasos de los movimiento e ideas antivacunas.
Ni las mejores campañas de marketing han logrado convencer a un grupo de la población mundial de que porten las mascarillas, el porqué, beneficios y seguridad de ello. Pero entre tantas opciones, hay una alternativa que pareciera atraer ahora a algunos, de acuerdo con una publicación del medio alemán Deutsche Welle (DW), “las mascarillas hacen que la gente parezca más atractiva”, cuando “la mayor parte de la cara está oculta”.
Basado en un estudio realizado por la Universidad de Cardiff en Reino Unido con mascarillas de tela lisa como las médicas, el científico Michael Lewis, comprobó que “los rostros se consideran más atractivos cuando están cubiertos por mascarillas médicas (…) esto puede deberse a que estamos acostumbrados a que los trabajadores sanitarios lleven las azules y ahora las asociamos con personas de profesiones asistenciales o médicas”.
Según DW, “también era posible que las máscaras hicieran más atractivas a las personas porque dirigían la atención a los ojos, (…) al parecer cuando el cerebro rellena los huecos que faltan de otros rostros, exagera el impacto general de su percepción hacia la otra persona”. Los nasobucos, como mismo resultan una de las protecciones más seguras para escapar de la variante Ómicron, pudieran ser el gancho efectivo para generar atención sobre uno mismo.
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