Conviviendo con tesoros
especiales
Foto: Ismael Francisco
Tan aprisa anda a veces la vida, o tan complicada, que apenas nos deja tiempo para detenernos un segundo a contemplar esa mariposa lindísima revoloteando cerca de nosotros, o al zunzuncito empeñado en mirarse en el espejo retrovisor del carro parqueado frente al portal.
Sin embargo, vivimos en una Isla especialmente privilegiada en asuntos de flora y fauna. Tanto es así que nos cuentan entre las siete islas del mundo con más elevado porcentaje de endemismo.
Sin pretender una definición científica, el endemismo, usado en biología, indica que distribución de una especie se limita a un determinado y reducido ámbito geográfico sin poder encontrase de forma natural en otras geografías.
La Orquídea Bailarina o Cimarrona (Tolumnia guibertiana) es exclusiva de esta Isla. Foto: tomada de naturalezatropical.com
Por tanto, contamos con muchísimas especies que son únicas. Tantas son que, en el caso solo de la flora, de las cerca de 6 mil 500 especies que aquí existe, un 35% son solo exclusivas de este archipiélago.
Con respecto a la fauna ocurre algo similar. Tan solo de las más de 160 especies de reptiles que aquí tenemos, el 88% son endémicas; y entre las alrededor de 70 especies de anfibios, el 94% habitan únicamente aquí.
La inigualable polymita. Foto: Julio A. Larramendi
Entre esos seres vivos que alientan exclusivamente en tierra cubana destacan de manera especial los caracoles del género Polymita, por poseer las conchas más bellas del planeta a partir de su paleta de brillantes y singulares colores; también se lleva las palmas el zunzuncito (Mellisuga helenae), por ser el ave más pequeña del mundo; y entre “los más” queda espacio para el almiquí (Solenodon cubanus), el mayor insectívoro de la Tierra.
El sistema montañoso de Nipe-Sagua-Baracoa. Foto: tomada de mapcarta.com
Aunque es en el sistema montañoso de Nipe-Sagua-Baracoa donde sobre todo se concentra la mayor diversidad de esta fauna autóctona -reúne a más de 900 especies de invertebrados y a unas 200 de vertebrados-, de todas formas, donde quiera que estés, merece la pena hacer un alto y mirar en derredor para evitar aquello de estar en el bosque y no ver los árboles, perdiéndonos bellezas y exclusividades que quizás andan frente a nuestros ojos.
Nota: Para estas líneas sirvió de fuente el texto “Cuba entre las siete islas de más elevado porcentaje de endemismo”, del colega Orfilio Peláez.
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