Con buena prevención no hay riesgo

Con buena prevención no hay riesgo
Fecha de publicación: 
2 Abril 2020
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Como todo el personal involucrado en socorrer al crucero británico, estos cinco choferes, de una base de Transtur habanera, dieron negativo a la Covid-19.

El Director Nacional de epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba, doctor Francisco Durán, lo anunciaba este jueves: ninguno de los más de 40 cubanos que tomaron parte en el auxilio al crucero británico se contagió.

Prácticos de puerto, muchos choferes de ómnibus, personal de emigración, de Aduana, de Salud Pública… intervinieron en ese episodio de solidaridad que permitió la repatriación de pasajeros y tripulantes, luego que varios gobiernos no aceptaran el atraque de esa embarcación, la cual había solicitado ayuda humanitaria por llevar a bordo pasajeros con  la  Covid-19.

Estos resultados dados a conocer por el doctor Durán, ratifican que, tomando absolutamente todas las medidas y previsiones, no hay riesgo.

Y deberían mirarse en este espejo otras naciones porque estuvieron en vilo durante horas los cruceros de la compañía Holland America Line, el  Zandaam y el Rotterdam, con fallecidos y enfermos por el nuevo coronavirus, esperando que las autoridades estadounidenses se pusieran de acuerdo para dejarlos atracar, como finalmente sucedió hace instantes.

Semanas antes, varios países se habían negado a prestarles socorro.

También navega hacia las costas de Fort Lauderdale, Florida, un tercer navío, de la compañía Princess Cruises, procedente de Suramérica, con varias personas con síntomas semejantes a los de la Covid-19.

Para el 4 de abril estiman que habrán llegado a ese destino, falta ver si  para entonces el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, y el alcalde de Fort Lauderdale, Dean Trantalis, no dudan tanto.

En Cuba se siguen estrictamente los protocolos para casos como el del crucero británico y también para el cuidado de los enfermos de la Covid-19.  La responsabilidad de la Isla en este sentido la confirma que ninguno de los involucrados en humanitario gesto se haya contagiado.

Lo que no detallan esos protocolos es cuánta solidaridad humana, cuánto amor al prójimo hacen falta para salvarnos. Y de ambos, Cuba ha dado sobradas pruebas.

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