LA FOTO: curda en la rama
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Foto: Robbie George /National Geographic
La imagen que encabeza estas líneas no solo tiene interés por la habilidad del fotógrafo para sorprender al ave precisamente en el momento en que atrapa la frutilla.
También es significativa la imagen porque este ampelis americano destaca por su rara capacidad para comer solo frutas durante varios meses. Pero en los excesos está el peligro.
Y en este caso, el riesgo no es el de un atracón sino el de emborracharse. Sí, literalmente.
Ocurre que las frutas cuando están demasiado maduras pueden entonces haber fermentado la levadura natural que contienen transformándose su azúcar en etanol y dióxido de carbono.
Es así que estos pajaritos suelen emborracharse con esas azúcares convertidas en alcohol y se les ve tambaleantes y desorientados sobre las ramas.
Y no todo es contentura para estos voladores ebrios porque, al ser el alcohol un neurodepresor, les reduce la rapidez de los reflejos volviéndolos más lentos y con decisiones fallidas de ahí que, lamentablemente, se convierten en presa fácil de sus depredadores y también pueden resultar lastimadas al golpearse contra objetos.
Igualitico que les pasa a los humanos, pero estas pobres avecillas no son conscientes de los peligros a que se exponen y probablemente tampoco de que andan “en nota”.
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