LA FOTO: Dando batalla... a ver por cuánto tiempo

Ahí están los libros de papel, dando batalla. Llenando anaqueles en bibliotecas y librerías. Todas las semanas se hacen cientos de presentaciones de novedades en todo el mundo. Todos los años se imprimen millones de ejemplares: desde ediciones lujosas, de tapa dura y papel de alto gramaje, hasta modestos libros de bolsillo. Y todos los días sigue creciendo la ya inmensa Torre de Babel que se pudiera construir a base de volúmenes...

Y sin embargo, no pocos especialistas (y augures con disímiles credenciales) afirman que este será el último siglo del libro impreso. Dicen que quedarán, como objetos de museo... algunos. Porque se supone que la tecnología, más temprano que tarde, posibilitará experencias que sustituyan esa de hojear las páginas... que a tantos nos parece tan entrañable.

Muchos de los románticos de ahora, que se emocionan con el olor de los libros nuevos, estarán muertos dentro de setenta años. Probablemente algunos de sus hijos heredarán esa pasión por el objeto, pero lo más seguro es que la mayoría se pasen al aparato... bueno, la mayoría ya se ha pasado a la pantalla. Y las pantallas de hoy probablemente ni siquiera existan mañana... Es mejor ni ponerse a aventurar escenarios posibles.

Esta foto fue tomada en la Feria del Libro de Turín, Italia. Y sin proponérselo, quizás, la dama de la imagen ha planteado la gran disyuntiva. En el celular que consulta caben, en archivos EPUB, todos los libros de papel que la rodean. Y muchos miles más. A lo mejor ella está leyendo una novela. O a lo mejor está viendo un reel. Ahí, de hecho, está el pollo del arroz: la cosa no es el soporte. No sería tan tremebundo que desapareciera el libro de papel. Desastroso sería que muriera la literatura que acuna.