Madonna compara a Romney y a Palin con una calavera
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Con la polémica a cuestas, allá adonde va, Madonna regresó el domingo a Washington, con un concierto donde amalgamó sus grandes éxitos con un claro mensaje político. En las pantallas con las que escandalizó en Francia por superponer una esvástica sobre la frente de la líder del Frente Nacional, Marine LePen, en esta ocasión mostró a los líderes republicanos Mitt Romney, candidato a la presidencia, y Sarah Palin, exgobernadora de Alaska y excandidata a la vicepresidencia, junto a una calavera, y tras imágenes de dictadores, guerras, disturbios y violencia.
Madonna no actuaba en la capital de EE.UU. desde 2004, una época en que sus ideas políticas, expresadas en un disco aborrecido como fue American Life, afectaron muy negativamente a sus ventas. «Es bueno estar de regreso a esta ciudad en la que han ocurrido cosas tan buenas e inspiradoras, y otras cosas tan asquerosas», dijo el domingo la cantante de 54 años, nacida en Michigan. «Pero ahora están ocurriendo cosas fantásticas, porque hemos hecho historia y estamos luchando no solo por nuestro futuro, sino por el de otra gente», dijo, en referencia a la candidatura de Barack Obama.
Al llegar con su gira a EE.UU., Madonna no ha podido evitar volver a los pronunciamientos políticos que la han puesto en apuros en el pasado. En su primer concierto en el Yankee Stadium de Nueva York, el 6 de septiembre, entonó los compases de su canción Human Nature, para ir desvistiéndose. Al quedar en sujetador, de espaldas al público, descubrió un tatuaje —de los que se quitan— en el que se leía, simplemente: «Obama».
«¡Gracias a Dios por Michelle!», gritó, en referencia a la primera dama de EE.UU.
Hizo algo vagamente similar en 2008. Conocedora de que su apoyo político puede ser venenoso en un país en el que se la considera poco patriótica, se limitó a apoyar a Obama de forma muy discreta, luciendo una camiseta con su faz en su anterior gira, The Sticky and Sweet Tour. Cuando Obama ganó las elecciones, dijo en un concierto en Las Vegas: «Sí, hemos ganado, lo hemos logrado, hemos hecho historia». Si a Obama lo apoyó discretamente, a los republicanos se ha dedicado a machacarles repetidamente.
Su relación, más de odio que de amor, con el Partido Republicano, se estropeó por completo en 2003, en los días previos a la invasión de Irak. Por primera —y por última— vez, la diva presentó un disco político, American Life. En él criticaba el modo de vida norteamericano y su consumismo voraz. En el primer video del álbum, mostró una pasarela con modelos vestidos de soldados, mientras todo tipo de famosos y políticos miraban como maltrataban a niños, de forma extasiada. Al final, un modelo lanzaba una granada, que un doble de George Bush empleaba para encenderse un puro.
El disco fue un fracaso de ventas, y sufrió el boicot de diversas cadenas de radio. Madonna lo ha dejado en el olvido. Pero ha tenido a los políticos conservadores muy presentes. Es casi de rigor que en sus giras haya un video de protesta contra los políticos internacionales. En la de 2008, en plena efervescencia electoral, mostró una foto de John McCain, el candidato republicano, yuxtapuesto a Robert Mugabe y a Adolf Hitler. Posteriormente, mostró a Obama junto a un ícono de la paz, Mahatma Gandhi.
La campaña de McCain enfureció entonces. Un portavoz calificó el video de «horroroso, inaceptable y crudamente divisivo». Desde el bando de Obama se mantuvo un escrupuloso silencio. El ahora presidente ya tenía el apoyo de numerosos cantantes y actores de Hollywood, y no necesitaba la ayuda de Madonna sobre un escenario en que cantaba con ropa interior y besaba a una modelo vestida a imitación de sí misma, pero en los años 80.
En esta misma gira, The MDNA Tour, que comenzó el 31 de mayo en Tel Aviv, Madonna ha empleado su número del sencillo Human Nature para transmitir mensajes a través del tatuaje de quita y pon de su espalda. Cuando la justicia rusa condenó a las integrantes del grupo Pussy Riot a dos años de cárcel por vandalismo, Madonna, al tocar en Moscú en agosto, mostró en su espalda el mensaje: «Liberad a Pussy Riot». En otras ocasiones ha lucido las palabras «sin miedo».
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