El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en su primera entrevista de este año 2020 concedida al periodista español Ignacio Ramonet para hacer un balance del anterior, acusó ayer miércoles a la Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, de revivir la Doctrina Monroe para “imponer élites subordinadas a sus intereses para que gobiernen e impongan su modelo” en América Latina y el Caribe.

Maduro subrayó que el resultado de tales medidas es “una América Latina en disputa en toda la región y país por país”, mencionando las protestas que han vivido los países sudamericanos en los últimos meses.

Como un ejemplo del intervencionismo estadounidense en la región, el líder chavista señaló el “golpe de Estado” en Bolivia, que acabó con la salida del depuesto presidente boliviano, Evo Morales, obligándole a buscar protección primero en México para después terminar refugiándose en Argentina.

Maduro advirtió que la nación boliviana es una “bomba de relojería” que terminará explotando para “restaurar el proceso de cambio” que durante muchos años ha estado implementando Morales y, vaticinó que “las fuerzas golpistas no podrán detener esa fuerza”.

En otra parte de su discurso ofrecido desde el Palacio de Miraflores, en Caracas, remarcó que las protestas que recorren América Latina son un “segundo ciclo” del “cuestionamiento global” al neoliberalismo, que se enfoca en dos “elementos de crítica”, la concentración de riqueza y el cambio climático.

El dirigente venezolano se refirió también a una “guerra económica internacional” contra la nación bolivariana, destacando que es “una economía asediada (...) como ninguna economía del mundo, solamente pudiéramos decir como la cubana”.

En este contexto, llegó a acusar a Estados Unidos y sus cómplices opositores venezolanos de robar los recursos y activos del país bolivariano por medio de las medidas restrictivas que solo en 2019 restaron al Estado unos 30 000 millones de dólares.

Las autoridades venezolanas han denunciado en reiteradas ocasiones que la Casa Blanca por medio de medidas ilegales busca robar activos de la petrolera la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y confiscar así las riquezas del país.

Washington se ha esforzado al máximo para derrocar al gobierno de Maduro, con una serie de sanciones incesante contra Caracas; el Departamento de Tesoro de EE.UU. ha impuesto varios embargos tanto a las entidades y personas vinculadas con el ejecutivo chavista como a la nación venezolana; sanciones que han puesto en riesgo la vida del pueblo, especialmente los enfermos que referidas sanciones impiden el avance de su tratamiento.