Nuevos hallazgos en Pirámide de la Luna, Teotihuacán, México
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Ello fue descubierto durante una prospección realizada por un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en colaboración con el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La oquedad, localizada a ocho metros de profundidad, podría tratarse de un espacio con fines rituales, informó la doctora Verónica Ortega, directora del Proyecto de Conservación Integral de la Plaza de la Luna.
En las exploraciones efectuadas a finales de los años 80 del siglo pasado, a través de túneles excavados en el cuerpo de la pirámide, los arqueólogos Rubén Cabrera y Saburo Sugiyama, hallaron esqueletos de individuos con deformación craneal, y diversos objetos de piedra verde (collares, figuras antropomorfas hechas con mosaicos), por lo que no es difícil pensar que algo similar se podría encontrar en el subsuelo', precisó.
Apuntó que la investigación, más que estar enfocada en encontrar una cámara funeraria, gira en torno al espacio ritual vinculado con el inframundo que le dio sacralidad a la antigua urbe asentada en Teotihuacán, en el estado de México.
Explicó que una exploración de la cámara también ayudará a saber si cada uno de los principales edificios tuvo un contacto específico con una determinada región de Mesoamérica, por ejemplo, el Templo de la Serpiente Emplumada, donde se encontraron materiales marinos que muestran su relación con el Caribe y la costa del Golfo de México.
La Pirámide de la Luna es la única edificación del sitio arqueológico que tiene enfrente la Calzada de los Muertos de manera directa.
Además, fue una estructura que se trabajó de forma constante por los propios teotihuacanos, quienes la agrandaron en siete ocasiones y está relacionada con los rituales que se hacían en la Plaza de la Luna.
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