El Museo Nacional de la Música, otro regalo para los 500 de La Habana…

El Museo Nacional de la Música, otro regalo para los 500 de La Habana…
Fecha de publicación: 
22 Septiembre 2018
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“Esto demuestra la visión integral de conservación del patrimonio que tiene el país y nuestro Ministerio, porque empieza por el propio edificio y luego todo lo que va a tener dentro”,  afirmó a la prensa Alpidio Alonso y agregó: “Yo creo que sería difícil encontrar una expresión más poderosa, más vital que la música de la espiritualidad  de este pueblo, nosotros tenemos un compromiso muy grande de protegerlo, de cuidarlo y enriquecerlo al mismo tiempo”.

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Desde el año 1971 fue donado el local para establecer el Museo de la Música y por estos dias se rejuevenece justamente en medio de las celebraciones de los 500 años de La Habana y abrirá sus puertas con interesantes sals expositivas, entre ellas la de folclor, una dedicada a la pianística, otra para la guitarra, una sobre a música de concierto cubana… Además se recupera la saa de concierto con una capacidad que oscila entre los ochenta y cien espectadores y mejores condiciones de clima y sonido.

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Más de cien tambores afrocubanos de la colección Fernando Ortiz, instrumentos típicos de la música afrocubana y hasta algunos ejemplos de los empleados por los aborígenes cubanos, forman parte de la sala de folclor.  Todo sobre el pianismo: los instrumentistas, la construcción de pianos en la isla, cada detalle estará recogido en la muestra permanente. Desde el piano de Escudero hasta el de Bola de Nieve se podrá ver allí.

En la segunda planta se ubicará una colección importante de guitarras, que nos llevarán a pensar en virtuosos como Sindo Garay o Leo Brower, pues, al decir de su director, no se trata de una mera exposición de instrumentos musicales: “la concepción que tenemos ahora es una cosa diferente, es mostrar los grandes procesos de la músca cubana y las piezas que ilustran esos procesos”.

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Alpidio Alonso, Ministro de Cultura de Cuba

Por lo tanto, no pueden faltar las partituras originales de obras antológicas y entre ella, la de nuestro Himno de Bayamo, conservada a puño y letra de Perucho Figueredo. La restauración de las piezas que lo necesitaron estuvo a cargo de un equipo del propio Museo, con excepción de los instrumentos, para lo cual se convocó a los especialistas mejor evaluados en el tema.

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El archivo más grande de Gonzalo Roig, con cinco partituras originales de diferentes versiones de Cecilia Valdés, la guitarra de Teresita Fernández y muebles del primer conservatorio que tuvo Cuba, creado por Hubert de Blanck, dan fe también de la amplitud y variedad de los fondos que atesora el Museo Nacional de la Música, los cuales se encuentran a buen recaudo en una sede temporal en la calle Obrapía mientras dure la restauración del edificio definitivo.

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El inmueble fue construido entre los años 1905 y 1907 y ha sido clasificado como edificio de valor patrimonial categoríia 1. Inicialmente perteneció a los Pérez de la Riva y luego tuvo diferentes usos, entre ellos secretaría de Estado en tiempos de Machado y al triunfo de la Revolución pasó a ser el inciiente Ministerio del Interior Guardafronteras, Ernesto Guevara de la Serna y Olo Pantoja tuvieron que ver con esta instalación.

Al edificio principal se suma la casa natal del poeta Julián de Casal, donde se ubicará la Biblioteca y archivo Ovidio Urfé, allí se va a tabajar con los fondos ya digitalizados, los originales se mantendrán conservados y a buen recaudo.

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