Taekwondo cubano: Jugárselas todas en Aguascalientes
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Es la confianza una de las divisas de Carlos Banasco, Comisionado nacional de Taekwondo, conocido por todos como el Maqui. Constituye una de las variables de su fórmula de éxito, la cual sustenta en preseas olímpicas desde su irrupción en Sydney 2000 a razón de botín de un oro, dos platas y otros tantos bronces.
Pudiera parecer en extremo fuerte, pero la realidad en materia de confrontación al máximo nivel para nuestros taekwondocas se halla en total disonancia con su palmarés, a tal punto de que nuestras cuatro cartas proyectadas para clasificar a Río de Janeiro se lo jugarán todo en el preolímpico de Aguascalientes, México (marzo venidero), donde, al igual que sucederá con el de lucha en Frisco, solo los finalistas devendrán agraciados.
Esa realidad prácticamente es perenne, de ahí que el Maqui, los entrenadores Ramón Arias y Roberto Cárdenas, y el resto del colectivo hayan desarrollado un sistema único, una especie de escuela cubana, en el cual todos los torneos domésticos se celebran bajo criterios de round robin (todos contra todos) y no por eliminación sencilla, como tiene estipulado la Federación Internacional:
“Ese sistema permite desarrollar un pensamiento táctico más elevado, porque cada atleta puede efectuar de cinco a seis combates en las competencias. Nuestro pensamiento táctico no podía ser bueno sin choques de nivel, y eso lo ganamos justo con este sistema, pues cada contrario tiene sus especificidades y siempre aporta algo. De hecho, países como Turquía y Azerbaiyán han solicitado acogerse a dicho sistema en sus lides igualmente.
“Nosotros buscamos la rivalidad interna en todas las divisiones para mantener las motivaciones en los atletas y que ninguno se sienta seguro. De haberse insertado en el circuito Grand Prix, tanto Rafael Alba (+ 80 kg), como Yamicel Núñez (57), Yania Aguirre (49) y José Ángel Cobas (80) hubiesen podido luchar por la clasificación por ranking. Yania en estos momentos está lesionada, pero los restantes tres muchachos y Glenhis Hernández (+67) en su reaparición tras un año sin competir, tienen todas las potencialidades para obtener su boleto en Aguascalientes.
De hecho, Glenhis se mantuvo todo este tiempo entrenando con la selección nacional y precisamente el abierto en Estados Unidos será el termómetro previo ideal para calibrar su condición, ir evaluando rivales que enfrentará en suelo azteca también.
Con varios taekwondocas de potencialidades reales de insertarse en la élite, ¿cómo suplen la orfandad de roce competitivo? ¿Se vislumbra algún otro escenario de confrontación de rigor previo a Río, al menos con aquellos que logren clasificarse en suelo azteca?
“En la actualidad, los países desarrollados, por las posibilidades que tienen de viajar en tren rápido de una ciudad a otra en Europa, compiten más de lo que se entrenan. Nosotros entrenamos más de lo que competimos, pero tenemos en nuestro país una gran rivalidad y calidad de las segundas figuras, lo cual, unido a las confrontaciones que celebramos y las estrategias técnico-tácticas que usamos, nos ayuda a mantener un alto volumen de competición.
“Además, atendiendo a nuestra calidad y prestigio vienen atletas de diferentes países a realizar bases de entrenamiento, con las cuales realizamos preparación conjunta y topes para aumentar el nivel. Después del Preolímpico hay dos o tres eventos que tenemos proyectado participar como fogueo para Río.
El imppase al máximo nivel de los nuestros, salvo Alba que incursionó en la final del circuito Grand Prix por invitación, data desde los Panamericanos de Toronto. Allí se llevaron el gato al agua por países, con idéntica foja de tres oros y dos bronces que Estados Unidos. México (2-4-1), y República Dominicana (0-2-1), las otras potencias a este lado del Atlántico, se ubicaron a continuación.
De nuestros exponentes alcanzaron el brillo supremo en la nación de la hoja de Maple Aguirre en tensa batalla definida 10-9 ante la azteca Itzel Manjarrez; Cobas, igualmente 10-9 con aquella patada electrizante a la cabeza del dominicano Moisés Hernández; y Alba, verdugo 11-4 del venezolano Carlos Rivas; en tanto Yamicel se imponía 10-3 por bronce sobre la anfitriona Evelyn Gonda.
El Maqui confía a ciegas en sus portaestandartes, Cuba apuesta a sus cartas en un ahora o nunca. La historia y este cronista también depositan su fe en los suyos.
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