EE.UU.: Violencia policial rompe marcas letales

EE.UU.: Violencia policial rompe marcas letales
Fecha de publicación: 
6 Abril 2024
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La policía estadounidense mató a 1 293 personas el año pasado, y 1 202 en el 2022. Foto tomada de internet

Donald Trump asistió recientemente al velorio de un policía de la ciudad de Nueva York abatido a tiros en el cumplimiento de su deber y pidió “ley y orden”, como parte del intento del candidato presidencial republicano de mostrar un contraste con el presidente Joe Biden y centrarse en el crimen como parte de su tercera campaña a la Casa Blanca.

El velorio del agente Jonathan Diller, quien fue asesinado a tiros durante una parada de tránsito el lunes, se llevó a cabo en los suburbios de Massapequa, en Long Island. La policía informó que Diller, de 31 años, recibió un disparo debajo de su chaleco antibalas cuando se acercaba a un automóvil estacionado ilegalmente en Queens.

Relata AP que Trump realizó la visita al tiempo que Biden también estaba en Nueva York para un acto de recaudación de fondos previamente programado con los expresidentes demócratas Bill Clinton y Barack Obama. Trump ha acusado a Biden de falta de dureza y su campaña buscó contrastar su visita con la recaudación de fondos de Biden.

El portavoz de la campaña de Trump, Steven Cheung, en una publicación en X, anteriormente conocido como Twitter, destacó la visita de Trump y dijo: “Mientras tanto, los ‘Tres Chiflados’ —Biden, Obama y Clinton— estarán en una ostentosa recaudación de fondos en la ciudad con sus famosos benefactores elitistas y desconectados”.

En contraste a la muerte del policía, conocidos de Orlando me hablaron del asesinato de un migrante latinoamericano a manos de un agente que sólo utilizó su físico, algo que me hizo recordar que cuando Trump era presidente recomendó a los vigilantes que utilizaran nuevos métodos de contención para evitar escándalos al respecto.

Desde entonces unas mil personas han sido muertas durante los arrestos policiales, cuando estaban inermes en el piso, debajo de policías que aplicaban técnicas provocadoras de ahogamiento.

RÉCORD EN PELIGRO

Esto hace apuntar que este año es posible que se rompa el récord de muertes de civiles a manos de ese cuerpo represivo, impuesto en el 2023.

Mapping Police Violence registró 91 muertes más en el 2023 que el año anterior, el mayor número en una década, superando la cifra del 2022, intentando justificar que la mayoría de las personas eliminadas intentaban huir.

El grupo de investigación especifica en su informe que la policía estadounidense mató a 1 293 personas el año pasado, y 1 202 en el 2022, a pesar de que se ha producido una disminución significativa de los homicidios entre la población en general, según datos preliminares del gobierno citados por la cadena ABC News.

Las cifras, que incluyen víctimas de disparos, así como personas electrocutadas por una pistola paralizante, golpeadas o inmovilizadas, marcan el mayor número de asesinatos desde que Mapping Police Violence, comenzó su seguimiento nacional en el 2013, destaca el portal de noticias The Guardian.

Lo que no se dice es que el 95% de los departamentos de policía de las principales ciudades de Estados Unidos matan a personas negras en mayor proporción que a los blancos. Les siguen los nativos americanos y luego los hispanos.
Y aunque no se mencionan mucho los excesos policiales que causaron muertes injustificadas, lo que se puede leer como asesinatos, está el caso de la afroamericana Jesse Domínguez, de 34 años, quien caminaba por una carretera interestatal, cuando un agente de la Patrulla de Caminos del estado le disparó.

También destacó la muerte de Eddie José Irizarry a manos del agente Mark Dial. En un video de seguridad se le puede ver disparando a Irizarry tan solo segundos después de detenerse junto a su vehículo.

Otros casos de alto perfil incluyen la paliza fatal a Tire Nichols, en Memphis; la descarga eléctrica de Keenan Anderson en Los Ángeles, y Derek Díaz, un hispano de 26 años, quien murió durante un control de tráfico en Orlando, Florida, y es el caso a que hicimos referencia antes.

“Las muertes brutales de Keenan Anderson y Tire Nichols son nuevos recordatorios de la urgencia de actuar”, dijo la presidenta del Mecanismo Internacional de Expertos para promover la justicia racial y la igualdad en el contexto de la aplicación de la ley, Yvonne Mokgoro.

CRUELDAD

Carl Grant, un veterano de Vietnam con demencia, salió de una habitación de hospital para cargar un teléfono celular que imaginaba tener. Cuando se rehusó a quedarse quieto, el policía que lo escoltaba le aplicó una maniobra corporal que hizo rebotar la cabeza del paciente contra el suelo.

Taylor Ware, un exmiembro de la Infantería de Marina y aspirante a estudiante universitario, caminaba por terrenos cubiertos de césped de una parada de descanso en una autopista interestatal para tratar de sacudirse las voces en su cabeza. Después de que Ware huyera de un oficial, fue atacado por un perro policía, recibió la descarga eléctrica de un arma aturdidora, fue inmovilizado en el suelo y le inyectaron un sedante.

Y Donald Ivy Jr., exatleta de tres deportes, se alejaba solo de un cajero automático una noche cuando agentes policiales lo consideraron sospechoso y trataron de detenerlo. Ivy trató de irse, y la policía lo derribó, le aplicó una pistola paralizante, lo golpeó con porras y lo mantuvo boca abajo.

Todos esos hombres estaban desarmados. Ninguno de ellos era una amenaza para la seguridad pública. Y a pesar de eso, murieron después de que la policía utilizó un tipo de fuerza que se supone que no es mortal, y que puede ser mucho más fácil de ocultar que el disparo del arma de un oficial.

Alice Jill Edwards, relatora especial sobre la tortura y una de las firmantes del comunicado, recordó que la policía y las fuerzas del orden tienen responsabilidades especiales al proteger a sus ciudadanos y defender sus derechos, y que cuando esta función básica es superada por la violencia ilegal e incontrolada, la gente común le teme a su propia policía.

IMPUNIDAD

Se dice que la violencia en general ha amainado algo en Estados Unidos, con la apariencia propagandística a favor de los siempre protegidos vendedores de armas, pero que no puede ocultar el aumento de la letalidad en las acciones policiales.

La mayoría de los asesinatos inician con paradas de tráfico, chequeos por salud mental, y ofensas no violentas.

El 33% de las muertes ocurrieron cuando las personas intentaban huir de la policía, en especial las negras y morenas.

Además, no hay rendición de cuentas en casi ninguno de los casos. De hecho, en el 98% de los incidentes del 2013 al 2022, no se presentaron cargos criminales contra los oficiales involucrados en las muertes.

 

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