Pero insinuó la posibilidad de reducir el número de espectadores, diciendo que el COI tiene que ser «flexible» para proteger la vida de las personas involucradas. Foto: AFP
Shuhei Okawara, de 30 años, propietario de la tienda de máscaras Kamenya Omote, sostiene una máscara facial súper realista basada en su rostro real, hecha con tecnología de impresión 3D, en Tokio, Japón, 16 diciembre 2020. REUTERS/Issei Kato