El planeta que nos da cobija y al que poco agradecemos, parece haber amanecido este martes con muy mala cara pues se acumulan los reportes de terremotos y otros desastres.
Un sismo de magnitud 4.6 sacudió este martes a Grecia, según el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS). El epicentro se ubicó a 13 kilómetros de la localidad de Modona y a 10 kilómetros de profundidad.
Casi a la par, otro temblor, de 5,8, sacudía a Papúa Nueva Guinea, ubicándose su epicentro a 142 kilómetros al suroeste de la ciudad de Kokopo y a 35 kilómetros de profundidad. Por el momento, no se han reportado víctimas o daños.
Como si las desgracias se hubiesen puesto de acuerdo, los japoneses de las zonas cercanas al valle de géiseres Owakudani conocieron que serán evacuados debido al aumento de la actividad volcánica cerca de la montaña Hakone, a unos 80 kilómetros de Tokio, informa The Japan Times.
Anteriormente, la Agencia meteorológica de Japón había catalogado de nivel tres la peligrosidad en la región de la montaña Hakone incluyendo la prohibición de acercamiento al volcán. El aumento de la frecuencia de los sismos volcánicos en dicha zona fue registrado el 26 de abril. A principios de mayo, el nivel de peligro fue aumentado hasta el segundo.
Y por si las calamidades fueran ya pocas, este amanecer abrió los ojos también con la noticia de que unas 130 hectáreas de la zona de exclusión de la central nuclear siniestrada de Chernóbyl habían sido afectadas por un incendio, según reporte del Servicio estatal de emergencias de Ucrania.
Helicópteros realizaban un reconocimiento aéreo y evaluación de la zona siniestrada, al tiempo que equipos de bomberos se ponían en tensión.