Según documentos obtenidos por Radar Online, Lane habría pasado la canción a Chrissy Collins, una corista de Beyoncé que a su vez le habría proporcionado directamente el tema.
Los abogados de Beyoncé han rechazado las acusaciones describiéndolas como "vagas y crípticas". "Los dos trabajos son canciones enteramente diferentes que no comparten similitudes líricas ni musicales", dicen sus abogados, según recoge NME.
"No hay similitudes significativas en los patrones rítmicos, en la melodía o en la estructura", añaden los abogados, que han pedido que se desestime el caso.