Tras la alocución del presidente cubano Raúl Castro, quien confirmó que Gerardo, Ramón y Antonio, los héroes injustamente encarcelados en EE.UU. desde hace 16 años, ya estaban liberados y en la isla, en centros de trabajo y estudio, en las calles y en las casas, toda Cuba fue un estallido de alegría y emoción.