
Como parte de la edición 46 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, el reconocido actor mexicano Gael García Bernal recibió este miércoles el Coral de Honor, un homenaje a una trayectoria que ha dejado huellas profundas en el cine de la región.
La ceremonia, celebrada en el hotel Habana Libre, subrayó el aporte del intérprete a una filmografía que ha encontrado en sus personajes un puente entre generaciones y realidades.
El jurado valoró especialmente su versatilidad y su constante compromiso con relatos que exploran la identidad y la complejidad latinoamericanas.
En sus palabras a la prensa, García Bernal afirmó que su carrera ha sido “un gozo”, una oportunidad única para entender y provocar, para hacer familia y construir —según dijo— un verdadero multiverso creativo. Subrayó que el cine en América Latina ofrece una “complejidad brutal” desde donde emergen historias incontables, llenas de matices y desafíos.
Esa riqueza, señaló, es la que ha sostenido su vocación y su mirada artística, expresada en películas icónicas como Amores perros, Y tu mamá también y Babel.
El vínculo del actor con Cuba fue un punto esencial de la ceremonia. Antes de continuar su formación en Londres, estudió en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, experiencia que recordó con humor al asegurar que “menos mal que entonces no existían los celulares con cámara”.
A la Isla también lo unen sus interpretaciones del Che Guevara en ¡Fidel! (2002) y Diarios de motocicleta (2004), así como el rodaje parcial de Red Avispa (2019). Para el actor, Cuba fue el hogar donde comenzó su “viaje artístico”.
El acto también acogió la firma de un convenio entre el ICAIC y los Estudios Churubusco, institución mexicana que celebra 80 años de fundada y que ya había sido reconocida durante la inauguración del festival.
Este acuerdo pretende fomentar coproducciones, intercambios técnicos y artísticos, además de fortalecer la formación de talento entre ambos países, en consonancia con el espíritu integrador que distingue al festival habanero desde 1979.
El Coral de Honor concedido a Gael García Bernal celebra algo más que la carrera de un actor imprescindible: sintetiza la voluntad del festival de seguir apuntalando un cine latinoamericano crítico, diverso y profundamente humano.